El gobierno de Saltillo informó que comenzará a detener a los vehículos que brinden el servicio de Uber e incluso podrían remitir las unidades al corralón, esto luego de que se detectara a varios vehículos prestando el servicio, que se considera ilegal en dicha ciudad. Gilberto Navarro, Director de Transporte del municipio, consideró que el problema existente en la actualidad es el hecho de que el gobierno no tiene control sobre lo que ocurre en calles de la ciudad a pesar de que los conductores operan al margen de la ley. “Es que no es posible no tener control sobre lo que está sucediendo y están sucediendo cosas, ya que están al margen de la ley, que están ya rebasando”, dijo. Añadió que las detenciones están fundadas en el hecho de que Uber no cuenta con ninguna concesión, por lo que los conductores operan sin ningún permiso ni control. Ante esto, las autoridades podrían decomisar de manera definitiva los vehículos. Sobre la recomendación de la Comisión Nacional de Competencia Económica para que los gobiernos estatales permitan y regulen este tipo de actividades, el funcionario dijo que ya se cuenta con una regulación estatal del transporte, que puede servir a dicho caso, pero está siendo incumplida por la empresa y sus trabajadores. “Aquí en Coahuila tenemos una medio regulación en la Ley de Tránsito y Transporte, donde estipula que deberán registrarse las personas que estén dando el servicio y de cada carrera deben pagar el 1.5 por ciento del valor al Ayuntamiento, cosa y caso que a la fecha no se ha hecho”. Navarro dijo que será dificil controlar la situación mientras no se conozca al número de conductores con los que cuenta UBER en el municipio, por lo que pidió a los conductores se den de alta ante el Instituto Municipal del Transporte. “Sí les pedimos encarecidamente para tener un registro de quiénes son, dónde viven y bajo qué circunstancias están trabajando, no tienen domicilio en Saltillo, ellos se dan de alta a través de una red, es como si tu bajaras la aplicación con tu teléfono”, dijo. Recordó que al no tener una concesión para operar, los conductores incurren en diversas irregularidades, como cobrar en efectivo cuando esto se encuentra prohibido así como aplicar tarifas de manera discrecional. --

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