Al cierre de la administración, la Dirección de Protección Civil Municipal entregará un cuerpo de voluntarios conformado por 80 personas de todas las edades, fortalecidos, capacitados e integrados en labores de rescate, salvamento y labor humanitaria, de los que se espera seguir contando con su apoyo incondicional y decidido cada vez que sean convocados para la atención de contingencias de diversa índole. 

Así lo destacó el titular de la Unidad Municipal de Protección Civil en la capital del estado, Félix Herrera Ortega, quien reconoció el trabajo de este cuerpo que durante el presente trienio recibió capacitación constante y fortaleció las acciones de auxilio de la institución en casos de inundación, incendio, labor humanitaria, incendios forestales y resguardo de personas en eventos masivos, principalmente.

Informó que el cuerpo de voluntarios está integrado por jóvenes desde los 14 años, universitarios y estudiantes de educación media superior, profesionistas como abogados, doctores, enfermeras, psicólogos, hasta llegar a los adultos mayores quienes aún cuentan con el deseo de servicio al prójimo. En el caso de los menores de edad, cuentan con una carta responsiva por parte de sus padres o tutores, pero son encaminados principalmente a labores humanitarias y otras que no ponen en riesgo su integridad física.

En este cuerpo también se contaba con tres perros, que por diversas circunstancias tuvieron que abandonar esta labor voluntaria, como es el caso de Barret que desde 2009 prestaba sus servicios. El último perro rescatista del Cuerpo de Voluntarios fue despedido con honores el pasado 10 de julio, después de 10 años de edad y 9 de servicio. Este destacado perro labrador era propiedad de la familia Gaitán Vargas y su propietario José Benito, continúa en el Cuerpo de Voluntarios de la dirección.

Finalmente, Félix Herrera indicó que las acciones de los Voluntarios son regidas por un reglamento interno, además de estar contemplados en el Reglamento Municipal de Protección Civil vigente, en donde se destaca el perfil que debe cubrir un voluntario, donde la característica más importante es su vocación de servicio con responsabilidad, honor y gran respeto hacia la preservación de la vida de nuestros semejantes.