ESTADOS UNIDOS.- El presidente ruso, Vladimir Putin, y el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, se saludaron el viernes como viejos amigos en la cumbre del G20 en Argentina, ya que otros líderes mundiales se han distanciado del líder saudí luego del asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi. Cuando los líderes llegaron a la cumbre, Putin y MBS, como se le conoce, fueron vistos sonriendo y estrechándose las manos con entusiasmo. Khashoggi desapareció después de entrar en un consulado de Arabia Saudita en Turquía. Después de ofrecer diferentes explicaciones sobre su desaparición, el reino saudí finalmente admitió que Khashoggi fue asesinado y su cuerpo fue desmembrado. Los oficiales de inteligencia estadounidenses creen que la orden de su muerte provino directamente del príncipe heredero, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido que no cree en su evaluación. Trump fue criticado ampliamente por su respuesta a la muerte del periodista del Washington Post, y el presidente citó un acuerdo de armas como una razón para mantener buenas relaciones con Arabia Saudita a pesar del incidente. Se dijo que la Casa Blanca impidió que la directora de la CIA, Gina Haspel, asistiera a una sesión informativa a puerta cerrada sobre el asesinato esta semana con senadores, lo que provocó más críticas. Se espera que MBS se reúna con unos pocos líderes en la cumbre de Buenos Aires, incluido Putin. El presidente francés, Emmanuel Macron, también dijo que se reunirá con el líder saudí. No se espera que Trump, a quien se le vio pasar al lado de MBS y Putin pero sin interactuar con ninguno de ellos, se encuentre con el príncipe heredero. Dijo a los reporteros que "intercambió bromas" con el líder saudí, pero nada más, y agregó que podría suceder una reunión, según Jeff Zeleny de CNN.

Trump canceló su reunión con Putin el jueves, citando choques con buques militares rusos y ucranianos. La guardia costera rusa atacó a tres barcos ucranianos y sus tripulaciones durante el fin de semana. El anuncio de Trump se produjo poco después de que su exabogado personal, Michael Cohen, se declarara culpable de mentir al Congreso sobre su contacto con funcionarios rusos en un acuerdo de bienes raíces durante las elecciones presidenciales de 2016.

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