Durante el transcurso de este viernes, los seis policías estatales ejecutados a balazos en Zihuatanejo por un grupo armado fueron sepultados en sus respectivos lugares de origen. A dos de los agentes se les sepultó en Acapulco, otro en Atoyac de Álvarez, uno más en Chichihualco, cabecera del Municipio de Leonardo Bravo, otro en Cruz Grande y otro más en Malinaltepec. Según el Vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, el Gobierno del Estado pagó a los deudos los gastos funerales, el terreno donde fueron sepultados, además existe el compromiso de que se les pagará el seguro de vida y a los niños se les otorgará una beca para sus estudios por parte de la Secretaría de Desarrollo Social. Álvarez señaló que durante el traslado y las exequias de los policías fueron custodiados por agentes de esta corporación. --

Reforma