MOSCÚ.- Rusia no descarta que el caso del envenenamiento del exespía Serguei Skripal sea un montaje de Reino Unido. Lo anterior, ya que ninguna de las hipótesis formuladas es sostenible, por lo que sugirió que el gobierno británico podría estar implicado directa o indirectamente en el ataque. "Ninguna de las hipótesis de Reino Unido que ya hemos escuchado es sostenible”, comentó el director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio de Exteriores de Rusia, Vladimir Ermakov, al intervenir en Moscú ante más de 50 embajadores y otros representantes de Estados extranjeros.

Según Ermakov, la lógica sugiere que sólo hay dos opciones posibles. O las autoridades británicas fueron incapaces de garantizar la protección contra este tipo de, digamos, atentado terrorista en su territorio, o ellas mismas directa o indirectamente, no estoy acusando a nadie, planearon el ataque contra Skripal”. "Es cada vez más obvio que el ataque con gas nervioso contra Skripal el pasado 4 de marzo en Salisbury es probablemente una nueva aventura burdamente fabricada e ilegal, sólo resta identificar quién estuvo detrás de él y qué objetivos tenía”, indicó.

Advirtió que las autoridades británicas se metieron en un callejón sin salida con sus acciones en el marco de este caso, pero al final estarán obligadas a responder a una cantidad cada vez más grande de las preguntas que van llegando, según la agencia de noticias Sputnik. Ermakov no descartó que lo ocurrido pudo haber sido planificado desde el otro lado del océano. No es un secreto para nadie que el aliado más cercano del Reino Unido es el único Estado en mantener oficialmente el mayor arsenal de armas químicas en el mundo”, dijo en referencia a Estados Unidos. Asimismo, declaró que su país espera que Reino Unido y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) le presenten un informe detallado sobre el envenenamiento del exespía. "Necesitamos conclusiones de pleno formato con pruebas detalladas”, precisó.

Este miércoles, los inspectores de la OPAQ comenzaron a trabajar en el lugar donde Skripal y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes cerca de un centro comercial en Salisbury. La semana pasada, la primera ministra británica, Theresa May, ordenó la expulsión de 23 diplomáticos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre Moscú y Londres, tras acusar a Rusia del envenenamiento del exespía. Los 23 diplomáticos, junto con sus familias, llegaron este miércoles a Moscú, tras salir de la embajada en Londres. Desde Tokio, donde se encuentra de visita, el canciller ruso Sergue Lavrov llamó a Londres a calmarse y dijo que no existen dudas de que el actual gobierno británico busca minar las relaciones con Rusia. "Si esta política continúa y se plasma en nuevas acciones antirrusas, habrá una reciprocidad”, advirtió.

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