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Experta señala que de este modo se garantizaría la seguridad de las personas que utilizan estos transportes
18:57 lunes 23 octubre, 2017
San LuisSan Luis Potosí, México (23 Octubre 2013).- No todos los padecimientos psicológicos impiden a las personas prestar servicios de transporte de personal, indicó Erika Zapata, académica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en entrevista para WFM 100.1. Esto luego de que una investigación reveló que en servicios como Uber hay prestadores de servicio que están bajo tratamiento psicológico. Al respecto Erika Zapata señaló que la depresión es una de los trastornos psicológicos que pueden superarse totalmente, sin embargo consideró pertinente que las empresas apliquen a los choferes exámenes al menos una vez al año para garantizar seguridad a los pasajeros. Expuso los exámenes que pueden ser adecuados para determinar la capacidad de soportar las condiciones estrés a la que se somete un conductor, por los conflictos viales que se presentan en los trayectos son: el MMPI que mide los niveles de violencia en las diferentes formas de actuar de la persona. Otros exámenes que señaló podrían servir para garantizar la confiabilidad de choferes de transporte público son las pruebas de Cleaver que buscan determinar el comportamiento de una persona en determinado puesto y el Test de 16 Factores de la Personalidad (16FP), adicional a consideró que se deben de realizar exámenes toxicológicos. Acotó que de acuerdo a expertos en seguridad, el 50 por ciento de los factores que exponen a una persona a situaciones de riesgo están en el autocuidado por lo que recomendó estar atentos en todo momento. Como usuario también dijo que hay señales que previenen de ser víctimas de algún ilícito por parte de los conductores, por lo que pidió estar pendientes a cuestiones como el trato que da el chofer al abordar la unidad “Si no te saluda, no te voltea a ver, que tome una ruta que no es”, por lo que advirtió que es necesario estar al pendiente en todo momento sobre el viaje.
Otras señales de alarma a considerar es si quien conduce se pone nervioso, da golpes al tablero o si existe la posibilidad de que un vehículo “nos esté siguiendo”. Expuso que en un inicio las nuevas aplicaciones como Cabify y Uber garantizaban seguridad en cuanto al chofer, sin embargo ante la demanda del servicio hubo una caída de estándares de evaluación, por lo que también es responsabilidad del usuario exigir mayores estándares de calidad.