Negar la realidad es lo peor que se puede hacer ante un verdadero problema. Evadir las cosas y voltear disimuladamente para otro lado es muy común entre nuestros mandatarios, aplicar la actitud de avestruz y no enfrentar los caóticos momentos que se viven. Tristemente en México y nuestro amado San Luis Potosí se viven tiempos violentos causados por varios factores que han provocado que estemos atravesando los momentos más críticos en el tema de seguridad. De acuerdo a datos del Sistema Nacional de Seguridad y que da puntual seguimiento la organización Semáforo Delictivo muestra como San Luis Potosí va como los cangrejos, alarmantemente para atrás en materia de seguridad. En el mes de diciembre del 2014 nuestro estado aparecía con el semáforo en color verde en temas como homicidios, secuestro, extorsión, robo a vehículo, robo a casa habitación, robo a negocio, lesiones y violación. ¿Qué pasó entonces? ¿En qué momento se le fue de las manos el tema al mandatario Estatal Juan Manuel Carreras? Para el cierre del siguiente año, en diciembre del 2015 se encendían las alarmas y ya aparecían 4 indicadores en color rojo (homicidio, extorsión, robo a vehículo y violación), el estado simplemente permaneció impávido ante el claro avance de la delincuencia, que claro está también señalar es responsabilidad compartida de las autoridades municipales, estatales y federales. Ninguna estrategia funcionó y los resultados subsecuentes son clara muestro de ello. Llegó el fin de año del 2016 y las alarmas se encendieron en su totalidad, todos los indicadores en rojo sin embargo en lugar de enfrentar la realidad se buscaron pretextos y lo peor, se minimizó una y otra vez el terrible problema de la inseguridad. Cada vez que los reporteros le cuestionaban el tema al mandatario estatal, este parecía hablar de un estado diferente al nuestro, se refería a un lugar diferente, sus datos alegres y matizados por sus asesores nos mostraron a un Carreras sin decisión, timorato y evasivo.  Queda claro que ningún potosino que en su momento fue a las urnas esperanzado ante aquella promesa de campaña del “más y mejor” esperaba estos alarmantes momentos que se viven en nuestro estado.

Números rojos en homicidios, robo a vehículos, robo a casa habitación, robo a negocio, lesiones y violación fueron los lastimeros resultados con los que cerramos el pasado 2017. A todos estos indicadores vamos a sumarle el alarmante feminicidio que parece ser otro tema que entre menos se hablé de él mucho mejor. A Carreras le aterra enfrentar con decisión la delincuencia, no tiene equipo para combatirlo. El problema de las malas actitudes, incompetencias y desaciertos de los mandatarios repercuten directamente en la ciudadanía, que hoy paga gravemente los platos rotos de un problema al que se le tiene pavor enfrentar.