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Por líquidos nos referimos a organizaciones sin tantas barreras, más transparentes con más y mejor comunicación en todas las direcciones, en este ambiente de trabajo es más fácil que tenga cabida el trabajo por proyectos
00:06 viernes 26 junio, 2020
ColaboradoresLa agilidad es un elemento que marca la diferencia entre las empresas del siglo XX y las del siglo XXI, y es que las organizaciones líquidas consiguen adaptarse a lo que venga sin demasiado esfuerzo, como, por ejemplo, cambios en el organigrama, en las configuraciones de los equipos, en los puestos de trabajo, etc. Además, en este tipo de compañías es esencial la cooperación entre diferentes profesionales y equipos, departamentos, en fin, toda la organización; se valora más la contribución a un propósito común compartido por todos. Por líquidos nos referimos a organizaciones sin tantas barreras, más transparentes con más y mejor comunicación en todas las direcciones, en este ambiente de trabajo es más fácil que tenga cabida el trabajo por proyectos, colaboraciones freelance, teletrabajo indefinido o sistemas de horarios flexibles que favorezca la conciliación de la vida laboral con la personal, puesto que no debemos olvidar que cuando hablamos del trabajo líquido en realidad estamos hablando de la importancia de la persona, de su talento y del valor que pueden aportar al proyecto y a la propia organización. Saber dejar atrás lo anterior es otra cosa característica de las empresas líquidas, es necesario analizar la capacidad de la empresa para desprenderse de los modelos que han superado su fecha de caducidad y desprender lo aprendido para así poder introducir un nuevo modelo de gestión menos jerárquico y más transversal, menos basado en el control y más apoyar en indicadores, como lo es la opinión que tienen los clientes de la empresa. Sin embargo, abandonar los viejos esquemas de jerarquías y los procedimientos burocráticos no se consigue de la noche la mañana, es una transformación radical de la cual no existe una fórmula mágica, el cambio pasar por separar estrictamente las personas de los puestos, de esta manera los empleados sabrán quiénes son en la organización por sus capacidades y el perfil profesional que se le reconoce, no por el puesto de trabajo que ocupen ni por su ubicación en el organigrama. Y, ¿Cómo son las personas que operan este tipo de organizaciones? Un trabajador líquido es un empleado digitalizado, un profesional que se enfoca en los objetivos y que huye de la cultura en la que se premia el presencialismo, es un trabajador que de una manera u otra está haciendo cambiar a las empresas. Los jóvenes pueden tener ventaja porque han crecido en entornos más cambiantes de los que nos tocaron en la generación X o Baby Boomers, por lo que posiblemente sean más ágiles que las generaciones precedentes a la hora de desechar modelos que han perdido vigencia y empezar a adoptar y moldear nuevos. Twitter: @AndradeO77