Después de que se conociera el caso de Helena Saldaña Aguilar, una joven universitaria de 23 años que en noviembre de 2018 fue atacada con ácido en Ciudad de México, y la facilidad con la que se pueden comprar ácidos y líquidos corrosivos en el país, ya se alistan cambios legislativos en el tema. La diputada Leticia Varela, integrante del Congreso de la Ciudad de México, anunció este jueves que la siguiente semana presentará un punto de acuerdo para que se regule la venta, distribución y almacenamiento de ácidos como el sulfúrico, clorhídrico y nitrico, entre otros. Estas sustancias, además de ser empleadas en varias industrias, son utilizadas por particulares para cometer distintos delitos: lesiones graves, tentativa de homicidio o feminicidio, cuando se arrojan a mujeres, niñas y varones para desfigurarles y causar un intenso dolor; desaparición forzada, cuando se usan para disolver restos humanos; y delitos contra la salud, cuando se usan para la creación de drogas sintéticas, como las metanfetaminas. Actualmente, no se requieren permisos ni licencias especiales para adquirir esas sustancias cuya compra se puede hacer por internet y sin registro de la identificación oficial del comprador. El primer paso será presentar un punto de acuerdo y después iremos a una iniciativa de ley. Vamos a proponer más regulaciones, más supervisión a este tema, especialmente cuando la compra sea hecha por personas físicas. Esto nos permitirá corregir algo que podría detonar delitos graves", señaló la morenista.

Países como Colombia o Inglaterra, donde en años pasados hubo una alza en los ataques con ácido, especialmente contra mujeres, impusieron leyes que endurecieron su comercialización y lograron disminuir dichos ilícitos. Jaf Shah, director ejecutivo de Acid Survivors Trust International, una ONG que ayuda a víctimas, contó al HuffPost México que uno de los consejos que ofrece su organización a los gobiernos nacionales es que la venta de ácidos u otros fluidos corrosivos y peligrosos (particularmente los de alta concentración) sean controlados mediante un sistema que revise el permiso de compra con una identificación oficial y que haya una edad mínima para comprarlos, por ejemplo, 18 años. No tenemos que esperar a que esto se vuelva una crisis. Una persona atacada con ácido es ya es demasiado. Estamos a tiempo de hacer algo y eso arranca hoy mismo con la redacción de este punto de acuerdo y con otras acciones que daremos desde el Congreso", afirmó Lety Varela.

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