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La propaganda y la publicidad pueden tener como objetivo invadir la mente del sujeto –individuo o grupo– con información, ideas o conceptos de tal manera que no se dé cuenta, pero que cambian de forma inadvertida su ideología
00:04 lunes 8 enero, 2018
PERFIL EDUCATIVO“La vida no es como es, sino como tú la ves”.
Ralph Waldo Emerson: Dijo – “El descubrimiento más grande de mi generación es que los hombres pueden alterar su vida al cambiar su actitud mental” –La actitud es el reflejo de una persona– ¿Por qué? –Porque lo que sucede dentro de su cabeza se muestra afuera con sus hechos, la actitud propia es incalculablemente poderosa. La propaganda y la publicidad pueden tener como objetivo invadir la mente del sujeto –individuo o grupo– con información, ideas o conceptos de tal manera que no se dé cuenta, pero que cambian de forma inadvertida su ideología, su forma de ver la vida. Se introducen en la gente, un conjunto de palabras con un significado aparente, pero con un propósito escondido de tipo comercial, ideológico, político, etc. De esta forma, palabras que forman parte del léxico cotidiano, de manera sutil van creando en la mente de quienes las escuchan o leen, cierto grado de receptividad a una idea que no forma parte del consciente, sin que prácticamente los destinatarios y finales víctimas pudieran notarlo y en consecuencia evitarlo. Son técnicas de persuasión implícita que se valen del lenguaje –verbal y no verbal– para que, paso a paso, se conduzca a las personas, imperceptiblemente, a pensar del modo diferente al que constituyen sus valores, a ideas que si son dichas de frente serían rechazadas, pero que expuestas con términos atrayentes, en un proceso largo de evolución del lenguaje, las personas terminan por asumir. Las víctimas no perciben que están siendo sometidas a esas técnicas psicológicas e, incluso, imaginan que son descubrimientos realizados por ellas mismas. De acuerdo con algunas estimaciones, el promedio de libros leídos per cápita al año en nuestro país es de apenas 1.2, incluyendo los libros de texto que se llevan en las escuelas, desde el nivel preescolar hasta posgrado; mientras que en países como Suecia y Finlandia, esta cifra ronda los 20. Esta simple estadística puede darnos una idea somera sobre el poder de influencia que pueden tener los medios masivos de comunicación en el inconsciente, subconsciente y consciente de los mexicanos y el nivel del vocabulario que emplea en el mexicano promedio. Se ha demostrado que el nivel de violencia se encuentra estrechamente relacionado de forma inversa con la riqueza del vocabulario: las cárceles se encuentran superpobladas por personas que en su mayor parte tienen un pobre vocabulario; esto de debe a que el léxico tiene esencialmente dos funciones: 1. una sirve para interpretar la realidad, y la otra, 2. para expresar con palabras nuestras realidad. En nuestra mente las palabras se procesan y se generan representaciones mentales de la realidad –ideas-. Si el vocabulario es pobre o inadecuado, podemos intuir los grandes errores de juicio que pueden cometerse como consecuencia de la escasez de vocabulario o de la interpretación o expresión errónea de la realidad. En el lenguaje de las computadoras se dice “Si nada entra, nada sale” o de otra manera: si entra basura y los programas mentales no son adecuados para filtrar, analizar, sintetizar y obtener conclusiones razonables de la información, entonces saldrá basura. Esta es, precisamente, la esencia de la Programación Neurolingüística (PNL). Hoy en día la PNL es un instrumento poderoso para reprogramar nuevamente la mente e introducirle información acerca de todos los principios que rigen las experiencias de las personas, para así desbloquear o generar creencias que pueden arraigarse en la mente y que permiten tomar las acciones que conlleven los resultados que se desean; ya sea de forma ética o perversa, según sean las intenciones de quien las ejecuta sobre la gente. *Profesor, investigador, coach y conferencista, Tecnológico de Monterrey, [email protected]