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Llegó al final la película "La ecuación corrupta" que fue interpretada por el exdiputado Enrique Flores y el Alcalde de Ébano Crispín Ordaz. Los espectadores al concluir sólo dejaron que brotara una de esas expresiones muy mexicanas cuando ya conoces el final.
01:02 jueves 6 septiembre, 2018
ColaboradoresLlegó al final la película "La ecuación corrupta" que fue interpretada por el exdiputado Enrique Flores y el Alcalde de Ébano Crispín Ordaz. Los espectadores al concluir sólo dejaron que brotara una de esas expresiones muy mexicanas cuando ya conoces el final. Durante un tiempo los progatonistas nos trataron de entretener con lo que parecía una creíble actuación que poco a poco nos iba revelando que el guión era poco original y la trama nos llevaba a detectar el desenlace. El Alcalde de Ébano que provocó estallara un gran escándalo, cuando por medio de un video se mostraba como el ex diputado también panista Enrique Flores daba claros detalles de como se blanqueban las cuentas de los ayuntamientos gracias al contubernio entre Diputados y gente de la Auditoria Superior del Estado. Durante muchas semanas la película estuvo vigente en cartelera y gozó de una enorme publicidad. Los supuestos antagonistas se atacaban como trogloditas enardecidos, como dos gladiadores dispuestos a morir en la arena. Al inicio se podría jurar serían candidatos al Oscar por su gran actuación. El desarrollo de la trama siguió y los espectadores se empezaron a cansar, las actuaciones ya no parecían tan creíbles como al inicio, se podía a esas alturas detectar el final. El interés se empezó a perder, incluso varios prefirieron abandonar la función despotricando por algo que ya tenían claro como terminaría. Ayer el mal actor Crispín Ordaz que durante la trama aparecía como la victima, se encargó de revelar el predecible final donde sale a declarar que el ya no continuará con su acusación de extorsión que luego disminuyó a coecho en contra del antagonista Enrique Flores. ¿Quien era el bueno y quien el malo de la película? Ninguno, ya que esta cinta de ficción era la breve historia de dos malosos del oeste que han actuado impunemente por la vida. El productor de la cinta, Federico Garza, también Fiscal General es el único feliz y contento con el final de este churro. Sus problemas se acabaron y ya no tendrá que recibir tantas criticas por su inacción. Ahora podrá sentarse y disfrutar sus ricas palomitas. Que lamentable es que los escándalos de corrupción terminen de forma tan descarada. Ahora los grandes rivales son gran amigos. La supuesta victima argumenta confusión y que sólo lo hacía para protegerse, que el pobre Crispín Ordaz se convirtió en una persona más buena que la misma Madre Teresa de Calcuta y ahora lo menos que busca es un mal para el pobre Enrique Flores. No pude contener mis lagrimas ante tanta dulzura y eso que el final ya me lo esperaba.