Vínculo copiado
Frente a los autoritarismos que con llevan decisiones arbitrarias, en donde la concentración del poder presume con el uno por ciento de electores que “el pueblo ha hablado”, debe poner a muchos, sobretodo a los empresarios socialmente responsables, a temblar
20:10 sábado 3 noviembre, 2018
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍAFrente a los autoritarismos que con llevan decisiones arbitrarias, en donde la concentración del poder presume con el uno por ciento de electores que “el pueblo ha hablado”, debe poner a muchos, sobretodo a los empresarios socialmente responsables, a temblar. Si tomamos en cuenta que lo que viene son mentiras tras mentiras, pues como ejemplo tenemos lo que López llamó “democracia participativa” con el uno por ciento del electorado y si muchos de esos votos fueron, sin duda repetidos, falsos, realizados por quienes organizaron la llamada consulta, pues es una mentira. La decisión no la tomó el pueblo. Después justificó la decisión porque los “corruptos” (como les llama) pretendían apoderarse de los terrenos del actual aeropuerto de la Ciudad de México, terrenos de propiedad federal por tanto a él le hubiera tocada tomar la decisión. La decisión de ir por Santa Lucía no cuenta con proyecto real, que ha sido parte de otras mentiras, al grado de que la embajada francesa tuvo que desmentir que su gobierno avalara un supuesto estudio de una empresa de aquel país, empresa que tuvo que decir que los datos en los que basó su escrito fueron tomados de lo que les proporcionó Rioboó, la empresa cuyo dueño es el gran amigo de López. Negar que los mercados y las calificadoras temen por la economía y las finanzas de nuestro país frente a decisiones unilaterales y sin un estudio previo, es otra mentira.
Pero además decir que Santa Lucía costará menos que el aeropuerto de Texcoco es otra mentira, pues se deben sumar, a los 70 millones que dicen costará la obra, 156 millones que se perderán en indemnizaciones y el servicio de la deuda. Decir que no aceptará la corrupción y se nombra al frente del proyecto de Santa Lucía a un ingeniero agrónomo y que todo indica que también es socio de Rioboó, del cual dijo López que no participaría en la construcción de su famosas pistas en la que dejará de ser una base militar. ¿Por cierto cuál será el costo de trasladar a 5mil personas a otro lugar lejano a Santa Lucía, con vivienda, escuelas y demás servicios que hoy habitan la zona, acaso no debería sumarse esto al proyecto “decidido por el pueblo”? Y si en Texcoco trabajaban actualmente cerca de 40 mil empleados, ¿qué pasará con ellos?, mientras pasan los 3 meses que dijeron sus secuaces faltan para arrancar la obra. Otra mentira decir que los de Santa Fe solo beneficia a unos cuantos, cuando dejó de ser un basurero y hoy trabajan en la zona cientos, miles de empleados, profesionistas y ejecutivos que generan una economía para sus familias que les permite vivir de manera honesta y no a costa del subsidio del gobierno, pues muchos son jóvenes que dejaron de ser ninis. Y en el proyecto participaron gobierno y la iniciativa privada. Pero claro fue en el sexenio del odiado Carlos Salinas. Y así podríamos seguir y voltear a ver la historia y si aprendimos de ella y los empresarios tienen memoria recuerden a Echeverría y a López Portillo, con éste último frente al peligro de las estatizaciones surgieron los “México en la Libertad”, de lo cual seguramente la señora Tatiana Clouthier debe saber mucho pues una cabeza fue su padre. Ya vivimos el primer error del sexenio y aún no comienza. ¿Qué hacer?
Se requiere crear, con visión, un proyecto que no sea a muy corto plazo, que inspire a la ciudadanía y se constituya bajo una corriente democrática, que sea capaz de lograr amanecer el 8 de julio del 2024 con un futuro certero de libertades y visiones para un país unido y con proyectos racionales para el crecimiento. El pasado miércoles escribía un periodista “Sólo una Resistencia liberal puede luchar contra la arbitrariedad del poder absoluto. El nuevo Gobierno no puede desestimar la fuerza de las ideas y de la inteligencia colectiva. Porque cualquier mandatario necesita la voluntad, la ilusión y el acompañamiento de la ciudadanía en las decisiones importantes”. Y está dirigido a los empresarios, a las clases medias, a los medios de comunicación, a quienes tendrán o tienen la posibilidad de construir un proyecto político que una, vea por el país y no piense con la soberbia de “una cuarta transformación” para pasar a la historia como otro supuesto Juárez, Madero o Cárdenas. La unidad legítima y verdadera ante la arbitrariedad autoritaria, es el camino. Frente a la sinrazón la resistencia. Sí se debe formar ya para dar la gran respuesta, el resultado en el 2024. Nos quedan 2070 días.