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El caso de los tres estudiantes de cine de Jalisco, privados de su libertad, asesinados y cuyos cuerpos fueron sumergidos en ácido, muestra una de las peores caras de la violencia desatada en nuestro país.
20:08 miércoles 25 abril, 2018
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOEl caso de los tres estudiantes de cine de Jalisco, privados de su libertad, asesinados y cuyos cuerpos fueron sumergidos en ácido, muestra una de las peores caras de la violencia desatada en nuestro país. Los 3 rostros que hoy conocemos, son los rostros que ilustran la pesadilla que vivimos millones de mexicanos víctimas de la inseguridad, aquel al que hoy al esperar el camión urbano, a punta de navaja o pistola le robaron su celular, a aquella que salió de casa a trabajar y nunca volvió, a aquellos que salieron a trabajar para tener algo que comer y al regresar se toparon con que les habían vaciado la casa, al que con tanto esmero compró un coche y se lo robaron cuando todavía no terminaba de pagarlo, al que le arrebataron su quincena camino a casa, al que le cobran por dejarlo trabajar, a la que no puede salir de casa porque tiene miedo de cruzar el camino a la tienda de la esquina, a tantos y tantos más. Este caso nos abre los ojos, después de haber escuchado en el Primer debate a los candidatos y la candidata a la Presidencia hablar de sus “propuestas” para garantizar la seguridad de los mexicanos. Mientras algunos se dijeron, también, víctimas de la inseguridad y la delincuencia, no lograron dimensionar el problema, dieron esbozos de una realidad que es potencialmente más aterradora de lo que están dispuestos a reconocer. Parten de un diagnostico mermado, dependiendo del color o el gobierno que defiendan y eso termina siendo un filtro que los limita al momento de diseñar la estrategia. Para el PRI, por ejemplo, reconocer que durante su sexenio de regreso a Los Pinos se ha disparado la violencia les implica una factura política que prefieren no cargar, con todo y la responsabilidad que deberían mostrar. Al PAN tampoco conviene reconocer que, al tiempo, la estrategia que implementaron cuando fueron gobierno, se fue desarticulando y que no logró evolucionar al siguiente nivel. A quienes están en el gobierno les cuesta quitarse lo ungidos y dejar de presumir que tuvieron resultados, aún y cuando no los tuvieron. Mientras tanto, el país sufre. Tantas plumas se han gastado sobre los casos que nos conmueven y nos llegan a los más profundo, manifestaciones, gritos desesperados que no son atendidos. “Mi voto a quien frene esta masacre”, escribían algunos ayer en las redes sociales, “hoy votaría con los ojos cerrados por quién me explique claramente, no con palabras huecas y discursos rancios como los del debate, ¿cómo chingados van a hacer para que NUNCA MÁS suceda en México un caso como el de estos tres jóvenes?”, “Las palabras no alcanzan para entender la dimensión de esta locura. 3 estudiantes son asesinados y disueltos en ácido. El ¨porqué¨ es impensable, el ¨como¨ es aterrador”, “pobre país” y más, más palabras de pena y de indignación que no esperan un mesías, sino que reclaman GOBERNABILIDAD y PAZ. ¿Quieren llegar a la Presidencia? Que digan de una vez cuál es su plan para frenar esta situación. No más discursos vacíos.