En todas las empresas sean del tipo que sean, estas deben encontrarse en contante revisión de su operación así como de sus resultados, bien dice lo dicho en los negocios: lo que no se puede medir no se puede mejorar, así es en la economía nacional, existe una serie de indicadores que se deben estar monitoreando de manera periódica para conocer en que rubros se está bien y sobre todo dar seguimiento puntual a aquellos que muestran focos rojos con el objetivo de aplicar correctivos y convertirlos en verdes. Hemos hablado constantemente de algunos de estos indicadores como lo es la inflación, el Producto Interno Bruto, la tasa de interés o bien el tipo de cambio, sin embargo, hay algunos otros que anteceden en información a los anteriores y que pueden mostrar una posible tendencia, entre ellos tenemos al Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), dicho indicador que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y como el propio instituto lo define, permite conocer y dar seguimiento a la evolución real de la economía, en el corto plazo, proporcionando valiosa información para la toma de decisiones. La última información proporcionada por el INEGI es al mes de agosto de este 2021 y en él se puede ver con claridad no ya un posible estancamiento de la actividad económica, sino que se presenta un retroceso en el indicador, de hecho, con una caída del 1.6% en la actividad económica respecto al mes anterior lo cual es particularmente importante y se lo platico porque en tres puntos. Primero, este indicador informa con anticipación lo que puede suceder con el crecimiento económico nacional, que para el tercer trimestre sufrió una caída del 0.2%, por lo que la estimación para el fin de año seguramente no será el 6% pronosticado, de hecho es el primer trimestre de los último 4 que no hemos tenido crecimiento económico, cuando se esperaba una franca recuperación. Segundo, si agregamos a lo anterior el hecho de que las presiones inflacionarias van al alza, el panorama no es muy alentador, pues pueden confluir en un futuro cercano poco crecimiento con precios caros afectando directamente al bolsillo de todas las personas. Tercero, las presiones sobre el tipo de cambio han empezado a ser más fuertes y constantes, en una sola semana la depreciación del peso pasó de $19.89 a $20.82, lo que equivale a casi un 5% afectando a varios indicadores más. En fin, desde hace algunas semanas se han empezado a reunir poco a poco malas noticias económicas, esperemos se tomen las medidas y remedios necesarios, de lo contrario podemos tener una navidad no tan blanca. Twitter: @Oliver_Arroyo.   

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