Es indignante la forma en que algunos medios editorializan para su conveniencia. Por ejemplo, el manejo del agua que están haciendo los derechairos que suspiran por el retorno del chayote PRIANista, diciendo que “estamos a nada de que el agua se acabe”. Qué me dicen de la filtración de químicos en el agua de la Benito Juárez? Des informadores se atrevieron a tachar de indolente la actuación de nuestro jefe de Gobierno, cuando en realidad lo que tardó en dar respuesta fue por la cantidad de investigaciones que se hicieron para descartar posible contaminación desde el Cutzamala o los Pozos de la alcaldía.  Por qué no se preguntan mejor, qué estaba haciendo protección civil de la Benito Juárez que no llegó al pozo de la Álvaro Obregón de donde se sospecha surgen estas filtraciones? Por qué quieren señalar a mi Jaguar de Macuspana como involucrado en darle asilo (o intentarlo), a dos políticos perseguidos por la justicia en sus respectivos países quesque porque tenían “nexos con el crimen organizado”. Quieren acaso sostener su fallido y carísimo #NarcoPresidente? Por cierto, la única encuestadora que le da a Xóchitl el triunfo en el debate, es la misma involucrada en coordinar los bots para semejante difamación a nuestro Presidente.  Y por otro lado… la guerra de los pendones aquí en la capital. Desde antes de qué empezaran las campañas, grandes zonas del sur ya estaban tapizadas en apoyo al candidato al que se le liga con el Cártel Inmobiliario “por más que no le hayan podido probar nada”.  Luego vino la destrucción mutua de propaganda y lo que más me inquieta es el desconocimiento que tienen muchos de los personajes que apoyan a la derecha de quién realmente es la candidata Clara Brugada. Yo les puedo asegurar que no podremos estar en mejores manos.  Alguien que gobernó ya en dos ocasiones la alcaldía Iztapalapa y que logró, entre otras cosas, sacarla del Top Ten de las “alcaldías más violentas de la Ciudad de México”, vale la pena voltear a ser vista.  Ella es Licenciada en Economía. Una activista incansable quien verdaderamente luchó desde abajo y hombro con hombro con sus vecinos de juventud para lograr hacer valer sus derechos como pobladores de una ciudad en la que pareciera que existieron habitantes de primera, de segunda y hasta de tercera.  Precisamente romper esa visión fue lo que la llevó a una gran inversión en obra pública para crear lo que parecía imposible en IZTAPALAPA: zonas verdes de esparcimiento para todas las edades, Utopías que ofrecieran actividades a las que normalmente no tenían acceso esos ciudadanos menospreciados. Imagínense una clase de Natación por aquellos rumbos. Una biblioteca pública, para qué? Eso pensaban quienes aseguran que los chairos deberíamos vivir en ghettos al oriente de la CDMX. Veamos en cambio la experiencia del opositor. Cero obra pública en la alcaldía que gobernó. Eso sí, muchas obras, pero privadas y de contratos sospechosos.  POR: FERNANDA TAPIA

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