Si bien es cierto que la suerte lo ha ayudado, ganar dos años consecutivos el Rally Dakar no es algo sólo de suerte, sino se requiere formar una estructura sólida al rededor de ti, como lo ha hecho Nasser Al-Attiyah en el equipo Toyota Gazoo Racing, con quienes celebró la victoria de la edición 2023. El príncipe qatarí es el primer piloto que logra victorias seguidas en el Dakar desde que lo hiciera Stéphane Peterhansel en las ediciones 2016 y 2017, con Peugeot. Además, con este triunfo, se colocó en solitario, en el segundo puesto de más victorias, con cinco, a tres de las que tiene Peterhansel en la división de autos. “Acabamos de terminar y estoy contentísimo. Ha sido un Dakar difícil para todo el mundo y es una locura haber podido defender el título. Estoy feliz de haber ganado por quinta vez, la cuarta para Mathieu. Respeto al máximo a Ari (Vatanen), siempre ha sido mi ídolo. “Yo siempre quiero ganar más, ahora me toca defender el título de campeón del mundo. No tuvimos que atacar a lo loco. Conseguimos terminar la segunda semana y ganamos el Dakar al final, que es lo importante”, afirmó Al-Attiyah, quien es segundo del Campeonato Mundial de Rally-Raid por sólo dos puntos, detrás de Sébastien Loeb. Como pasó el año pasado, los adversarios de Nasser se eliminaron solos en los primeros días de la competencia, lo que ayudó a que no tuviera que ir a fondo, pudiera administrar la ventaja y con ello, cuidara mejor su Toyota Hilux. “Ganar el Dakar dos veces seguidas no es fácil, tratamos de defender nuestro título siendo fuertes, eso es lo que pasó estos días. Controlamos todo y ahora nos llevamos a casa la victoria, estamos muy felices. "Mathieu (Baumel, su navegante), ha hecho un gran trabajo. Gracias a todo el equipo, a las personas que nos han apoyado estas semanas, es increíble, no sólo para nosotros, sino para todos. Ganar el Dakar no es fácil, han pasado muchas cosas, pero resistimos, tuvimos confianza y ganamos. Es una victoria increíble”, agregó el qatarí, quien fue vitoreado por más de un centenar de sus paisanos que lo esperaron en la meta de Uqair, apenas a unos kilómetros de la frontera de Arabia Saudita con Qatar. FUENTE: EXCÉLSIOR