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Los más destacados doctrinarios de la Teoría del Estado como Herman Heller y Georg Jellinek, agregan a los elementos clásicos que constituyen el Estado
23:26 sábado 19 febrero, 2022
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Los más destacados doctrinarios de la Teoría del Estado como Herman Heller y Georg Jellinek, agregan a los elementos clásicos que constituyen el Estado, además del Territorio, Pueblo y Gobierno, el Orden Constitucional, es decir, una lógica jurídica que otorga congruencia a la relación de Poderes y al Régimen Político. Asumiendo que el modelo del “Presidencialismo Exacerbado” está agotado, se hacen necesarios cambios estructurales y conceptuales en nuestra Constitución. La transición de un Régimen Representativo a una Democracia Participativa parece ser que concita la opinión de todas las fuerzas políticas, eso explica que en diferentes gobiernos se han realizado reformas, aunque no coherentemente, sino en muchos casos como balbuceantes cambios cosméticos, que tienen que ver más con ocurrencias y asuntos coyunturales, que con un proyecto con visión de futuro del destino nacional. Esa transición requiere –al menos— las siguientes reformas: 1) Establecer en el artículo 40 constitucional el carácter, no sólo representativo, sino de Democracia Participativa; 2) Revisar la Iniciativa Popular para hacer más accesible las propuestas de la ciudadanía; 3) Derogar la Consulta Popular del artículo 35 de la Carta Magna, pues está farragosamente redactado –tanto en la Ley Suprema como en las leyes reglamentarias— y debe ser sustituida por el Referéndum y el Plebiscito, que han acreditado en otras latitudes su eficiencia; 4) Darle a la Revocación de Mandato –con toda claridad— su naturaleza jurídica de ser un instrumento para cambiar al gobernante en turno, pero no sólo por la falta de confianza, sino estableciendo causales claras para poder utilizar este instrumento; 5) Modificar el artículo 99 constitucional para que el Tribunal Electoral Federal se convierta auténticamente en una instancia del Poder Judicial, creando para estos efectos una sala especial en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; 6) Establecer la Segunda Vuelta Electoral como una figura que mejore nuestra Democracia y legitime a los funcionarios electos de manera clara, pues con este instrumento se dará oportunidad a la mayor parte del electorado a definir las elecciones, particularmente la del Ejecutivo Federal y de los Ejecutivos Locales. Estas propuestas enunciativas en matera de Régimen Político podrían abordarse con responsabilidad en el Congreso de la Unión, que lamentablemente se ha convertido en una arena política de discusiones polarizadas y, muchas veces, inútiles y hasta ridículas. Es tiempo que el país se encause en estos y otros temas hacia un futuro compartido, más allá de nuestras diferencias ideológicas. La academia, los profesores de Derechos Constitucional y de Teoría del Estado y muchos políticos de buena fe, podrían participar en estos cambios, que fijaran un rumbo claro en cuanto al Régimen Político. No es posible que el país se encuentre dividido de manera absurda e innecesaria; los insultos, las denostaciones, la crispación que hoy vivimos, sólo nos conduce a una crisis política de consecuencias inesperadas. Soñar no cuesta nada, probablemente las propuestas razonadas pudieran considerarse utópicas, sin embargo, es urgente que ingresemos a tiempos que requieren serenidad, reflexión y patriotismo. POR ALFREDO RÍOS CAMARENA
CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)
VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA