Una brigada de ocho restauradores trabajó este jueves para retirar las pintas realizadas durante la marcha del 8 de marzo en el Centro Histórico de Zacatecas.

Los restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trabajaron en conjunto con el Ayuntamiento de Zacatecas y la Junta Estatal de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas de Zacatecas.

Para no dañar el patrimonio, se utilizaron técnicas y solventes especiales que no afectaron la piedra y cantera de los edificios que fueron pintados.

Y es que el tratamiento para retirar la pintura se hace con el apoyo de restauradores que conocen la técnica específica para no dañar los inmuebles.

Miriam Pineda, restauradora del INAH, detalló que el problema con estas pintas es cuando se tratan de quitar utilizando lijas, ácido muriático y otros ingredientes que dañan la piedra de los edificios.

En Zacatecas hay muestras de cómo quedan daños irreversibles si no se hace un tratamiento adecuado para retirar grafitis, es el caso del Teatro Fernando Calderón el cual conserva pintas que fueron imposibles de quitar porque se trataron de limpiar usando técnicas inadecuadas.

Cabe señalar que los restauradores del INAH informaron que el daño al patrimonio fue menor ya que la pintura que se utilizó para realizar los grafitis deja un rastro superficial que es fácil retirar. La restauración que realizaron fue sobre la avenida Hidalgo, frente al Teatro Ferando Calderón, en el Portal de Rosales y el acueducto de la avenida González Ortega. Sin embargo, el trabajo no es barato porque se utilizan muchos disolventes y químicos, además de que se requieren herramientas para poder retirar los grafitis. “Ninguna dependencia tiene recurso y si se llevan muchos disolventes… ahorita lo podemos hacer nosotros porque tenemos chicos de servicio social pero sino tendríamos que contratar restauradores y se elevaría mucho el costo” detalló la restauradora.