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Juéguensela, cálenle con las universidades…
00:07 viernes 29 octubre, 2021
Colaboradores“La Tlacuacha”, S. L. P., a 29 de octubre de 2021 DR. ALEJANDRO ZERMEÑO GUERRA
RECTOR DE MI AMADA UASLP
PRESENTE.- Querido señor rector, le saludo con el gusto de saberme que se encuentra despachando en aquel emblemático escritorio, donde usted y sus antecesores -por décadas- han firmado, escrito, dictado o acordado páginas de la historia de nuestra “Alma Mater”, que han repercutido -y siguen- en cientos, miles de universos distantes y distintos de alumnos, maestros y administrativos. Tantas y tantas visiones y versiones de la vida que le han dado forma a la mística que envuelve sus pensamientos, ideologías, tendencias y opiniones. Ninguna igual que la otra. Tal vez compartida pero nunca copia carbonizada como piedra que igual -firme- sostiene estructuras que -lanzada- las resquebraja. En días recientes el señor presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, como lo ha acostumbrado en estos últimos casi ya 3 años, ahora se atrevió a levantar el dedo y señalar a una de las instituciones y emblemas más respetados, importantes y vitales de nuestro México: la Universidad Nacional Autónoma de México. No la señaló para aplaudir los monumentales logros en la academia, en la formación de profesionistas, en la investigación, sus aportes a la ciencia o en ser recipiente tolerante, respetuoso y abierto de miles de cabezas -universos infinitos- que piensan diferente. Que igual gustan de un blanco medio grisáceo que un negro un poco claro. De una derecha ultra conservadora como de una izquierda extremista. No la señaló tampoco para criticar-constructivamente -valedera opinión, más si es universitario- la atención en las fallas que, como cualquier ente imperfecto con seres humanos como motor de su vida, pueda tener en nivel académico, gastos excesivos o anquilosamiento en su vida interna. Porque también las tiene, o las tenemos, no lo niegue. Se atrevió a apuntar los cañones de sus indulgencias o excomuniones del pulpito presidencial matutino para reprocharle su tendencia “derechista”, cómplice y tolerante del neoliberalismo y sus gobiernos y por lo tanto solapador de lo ocurrido en esos años. Años que el presidente sueña cual pesadilla que no le permite conciliar el sueño de su gobierno fallido. Doctor Zermeño, he citado en varias líneas el verbo “atreverse”. Entendiendo este como la “determinación a algún hecho o dicho arriesgado”. O más extremo -dice también el diccionario de la RAE- “faltar al respeto debido”. La UNAM, como nuestra UASLP o alguna otra entidad académica de nivel superior y pública más aún, es cierto tiene fallas y aciertos. Superiores los segundos que las primeras. Pero también es cierto que, hasta su misma denominación, UNIVERSIDAD, define precisamente ese infinito abanico de ideas, pensamientos y tendencias, como se lo comenté líneas arriba. Ahora los gobernantes gustan de tomar como rehén a quienes opinan distinto o no son voceros de sus políticas y confrontarlos con la sociedad, el Presidente en primera instancia -nada raro- y no faltaran otros. En todo el país y contra quien se deje. La UNAM o la UASLP, por ejemplo, han dado muestra de aplauso al que lo merezca o molestia -si cabe la palabra- de que cualquier ofensa a su poderosa águila azteca será motivo de provocar su ira a quien la busque. A quien “se la juegue”, a quien “nos cale”. Dice el DRAE y lo repetí varias veces, “atreverse”: “faltar al respeto”. El señor presidente nos ha ofendido, nos ha faltado. No solo a la UNAM, a los universitarios. Ósea, en pocas palabras Señor Rector don Alejandro Zermeño, si ve a algún político o funcionario dígale de parte suya y mía: ¡Señoras y señores del poder de todo México!: ¡Juéguensela, cálenle con los universitarios! Siempre suyo, su amigo Licenciado Gallo