Tras las declaraciones de la periodista, Anabel Hernández, respecto al financiamiento de parte del narcotráfico a la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador y una investigación realizada por la DEA, se ha puesto en duda la veracidad y honestidad del mandatario mexicano, lo cual lo está llevando a una pérdida de la aprobación de los mexicanos. En entrevista para AltaVox, Jorge Chessal, señaló que esto “destapa una situación de altísimo riesgo para la democracia mexicana en muchos aspectos”.

“Primero, no debemos caer en el lugar, sencillo… común… fácil, de decir que estamos con un narcopresidente, porque también es cierto que no le entregaban el dinero directamente en la mano, pues lo entregaban en la campaña… y es hacia allá a donde hay que volear la mira”, añadió. Sin embargo, comentó que “hay diversos sucesos como el de Badiraguato en Sinaloa o los “abrazos no balazos”, generan un contexto de sospecha”. Por lo cual, nuestra economía y nuestra democracia, no quedan bien paradas gracias a esta “sospecha” y cuestiona lo que podría suceder en el proceso electoral que viviremos el próximo 2 de junio. Aunado a eso, hay magistrados en el Tribunal Electoral que dicen que “la delincuencia organizada se ha convertido, ya no en un factor, si no, en un actor del proceso electoral”, situación que lamentó, pues “no vemos, por parte de las instituciones públicas, nada que tienda a prevenir esta situación para dentro de unos cuantos meses y eso, es colocar en un enorme riesgo a la democracia mexicana” además del entorno económico. Aun cuando coincidió con las declaraciones de Anabel, respecto a que AMLO como candidato tenía que saber de dónde provenía el dinero, señaló que “había dos situaciones, que si se haya enterado o que no se haya enterado… si se enteró y no hizo nada y al contrario lo aceptó, es un sin vergüenza… si lo aceptó e intento hacer algo y no pudo, entonces es de él y si no se enteró, entonces es muy tonto”. Por otra parte, enfatizó en el hecho de que el presidente no desmintió lo sucedido y solo desmintió lo que dicen los periodistas, señalando que “no hay pruebas”.