Hoy se cumplen 3 meses del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. Putin esperaba una guerra relámpago, entrar con fuerza para doblegar al ejército ucraniano, tomar las ciudades más importantes, tumbar al gobierno de Zelensky, poner un títere y dejar formalmente instaladas las nuevas Repúblicas de Luhanks y Donetsk. Pero no fue así.

Las fuerzas armadas rusas cometieron errores logísticos en el territorio ucraniano, la condena mundial y las sanciones hacia Rusia cayeron como ráfaga y la resistencia ciudadana de Ucrania ha complicado el avance del ejército invasor. La pregunta es: ¿cuándo y cómo podría a terminar esta guerra?

Bueno, pues eso depende de las cosas que cada parte esté dispuesta a ceder. Por lo pronto, Rusia puede decirle adiós a su deseo de independizar a la región del Donbass, porque Ucrania no va a aceptar una salida en donde pierda territorio. Tampoco es viable que declare un estatus de neutralidad, máxime después de las violaciones al derecho humanitario y de guerra que ha cometido Rusia contra la población ucraniana.

Pero lo que sí se podría negociar es un repliegue total de las tropas rusas del territorio ucraniano a cambio de la promesa de no incorporarse a la OTAN, que dicho sea de paso, Putin con su hostilidad revivió e hizo que Finlandia y Suecia solicitaran su entrada. Le salió el tiro por la culata.

A cambio de este repliegue, Rusia podría pedir el levantamiento de las sanciones económicas internacionales. Pero no sabemos si esto satisfaga los deseos de Putin, quien tendría que pagar el costo político de no haber impuesto su voluntad como prometió al mundo.

Sin embargo, lo peor está por venir, porque conforme pasen los días, las bajas militares y civiles aumentan, la destrucción en Ucrania también, y las economías de ambos países se seguirán contrayendo. Se estima que la economía ucraniana ha caído 45% y la rusa un 15%. Ahora el verano está cerca, pero si esto se extiende durante meses, llegará el invierno por lo que la guerra será más difícil de pelear, especialmente para los rusos, cuya moral no está en su mejor momento.

Es imposible saber la fecha exacta en la que habrá una salida al conflicto, pero lo que si es claro es mientras más se extienda la guerra será insostenible para ambas partes, por lo que el tiempo es la mayor presión para que la mesa de negociación acelere el diálogo. Irónicamente, el mejor escenario es un acuerdo en el que ambas partes queden insatisfechas. Decía Maquiavelo que las guerras se pueden iniciar cuando uno quiere, pero no se pueden acabar cuando uno lo desea. Cuanta razón tenía.

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael