Vínculo copiado
La detención del líder de La Chokiza arrastra a Sandra Cuevas a un nuevo escándalo
00:10 sábado 20 septiembre, 2025
ColaboradoresLa cascada informativa de los últimos días ha eclipsado a dos personajes cuya trayectoria refleja la delgada línea entre la política y el crimen: Sandra Cuevas y Alejandro Gilmare Mendoza, alias El Choko.
Cuevas, más famosa por la controversia que por logros palpables, irrumpió en la política en 2020 bajo el cobijo de Ricardo Monreal.
Como candidata de la oposición, alcanzó la alcaldía Cuauhtémoc con más pena que gloria, dejando un legado de malas decisiones y pleitos con aliados y padrinos políticos.
Lo que parecía un capítulo cerrado se transformó en escándalo cuando salió a la luz su relación con El Choko, un personaje con historial criminal conocido y señalado incluso antes de su detención.
Lejos de ocultarlo, la ex alcaldesa lo presumió en eventos públicos, lo presentó como benefactor de sus proyectos y hasta enfrentó al periodista Carlos Jiménez, a quien amenazó por exhibir aspectos de su vida privada.
Del poder público pasó al terreno privado con la misma voracidad: empresaria, galerista, promotora cultural y hasta aspirante a fundadora de un partido junto con el expriista Ulises Ruiz.
Pero el 10 de septiembre, la realidad alcanzó a su “amigo”: en un operativo en Ecatepec fue capturado Alejandro Mendoza, señalado como líder de la organización criminal La Chokiza, vinculada con homicidios, extorsión, préstamos “gota a gota”, cobro de piso, narcomenudeo y despojo.
Hasta ahora, no existe información oficial que incrimine directamente a Cuevas en los delitos de Mendoza. Sin embargo, defenderlo públicamente, reconocer vínculos personales y recibir su apoyo del tipo que sea la colocan bajo sospecha.
No basta decir “sólo somos amigos” cuando el amigo en cuestión dirige una banda criminal. Si la ex alcaldesa utilizó cualquier tipo de recurso para posicionarse políticamente, el círculo se cierra en complicidad.
Pero la cosa no queda ahí. Cuevas hizo apariciones públicas con otros hombres y mujeres ligados al crimen organizado en Ciudad de México, como “El Toño” o “Karencita Blue” de La Unión Tepito e integrantes del grupo de choque que extorsiona a comerciantes denominado Los Oyuki.
En todos los casos, la autoridad tiene la última palabra. Pero la opinión pública ya juzga: no es lo mismo vivir rodeada de reflectores que sobrevivir bajo la sombra del crimen organizado.
Y en el caso de Sandra Cuevas, el brillo de la política parece apagarse en las tinieblas de La Chokiza, La Unión Tepito y Los Oyuki. Y diga lo que diga, será difícil eliminar el fantasma de la sospecha.
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HABERLO REMOVIDO de la presidencia de la Comisión de Marina no fue un simple trámite administrativo: fue el primer aviso para Alejandro Moreno Cárdenas.
Desde Morena dicen que el priista empezará a sentir el rigor de haber retado a pesos pesados de la 4T.
El contexto es revelador. Con los escándalos que involucran a oficiales de la Marina con el tráfico de combustible, el huachicol dejó de ser un asunto menor y Morena no podía permitir que un opositor con apetito mediático presidiera la comisión encargada de vigilar esa institución.
Pero la jugada va más allá de una comisión. El partido guinda buscará el desafuero por las agresiones contra Noroña y las acusaciones de corrupción durante su gestión en Campeche.
La respuesta no tardó en llegar. Fiel a su estilo, Alito lanzó fuego contra Adán Augusto. Lo calificó como “narcosenador” y lo acusó de proteger criminales.
Con este intercambio, lo que parecía una disputa parlamentaria terminó por convertirse en una guerra abierta que puede definir no sólo el futuro del PRI, sino el del propio Alito, con fuero y sin él.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “No hay peor enemigo que la soberbia de creer que nada se sabrá”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
@ALFREDOLEZ