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La meta de la “Riviera Huasteca” es ambiciosa al buscar diversificar la oferta
00:10 viernes 31 octubre, 2025
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                Desde hace años, la Huasteca potosina ha sido un destino conocido por sus cascadas, ríos y selvas que parecen salidos de un catálogo de postal. Sin embargo, con el anuncio de la Riviera Huasteca, la promesa de transformar esta región en un referente turístico internacional pasará de ser un sueño a realidad a partir de 2026. El proyecto contará con una inversión inicial de 200 millones de pesos y la construcción de paradores turísticos cada diez kilómetros entre Ciudad Valles y Tamazunchale, integrando infraestructura, espacios comerciales y promoción cultural y artesanal. El plan incluye un sistema de transporte eléctrico gratuito que conectará los principales atractivos turísticos, con el objetivo de optimizar la movilidad y reducir la huella ambiental. Se proyecta un incremento en la capacidad hotelera y la capacitación de trabajadores locales en servicios turísticos especializados, reforzando la competitividad y calidad del destino. Desde la perspectiva del turismo, la meta de la “Riviera Huasteca” es ambiciosa al buscar diversificar la oferta: aventura, naturaleza, cultural, gastronómico y religioso, entre otros. Sin duda se deberá aplicar la tecnología para permitir mapear y planear flujos de visitantes, identificar preferencias y optimizar la gestión de recursos, garantizando experiencias turísticas completas y seguras.
Otro de los retos será integrar a las comunidades originarias en un proyecto que, por su magnitud, podría alterar su forma de vida y sus territorios, ya que se trata de cultura y de ecosistemas que ellos custodian, desde bosques hasta acuíferos. La negociación y el diálogo serán decisivos, y la administración actual parece tener la capacidad política para lograrlo. La coordinación entre gobierno, sector privado y comunidades locales será también un factor clave. El análisis de riesgo y resiliencia indica que la región, afectada por eventos climáticos recientes, requiere infraestructura resistente y planes de contingencia para asegurar la continuidad de las operaciones turísticas y minimizar pérdidas económicas. Un componente crítico es la sostenibilidad. Aprender de proyectos previos nacionales evidencia que la conservación ambiental debe integrarse desde el diseño. La “Riviera Huasteca” no debería omitir la implementación de indicadores de impacto ambiental, consumo de recursos y generación de residuos para monitorear la huella ecológica del turismo y fomentar prácticas regenerativas en todos los paradores y servicios asociados desde el comienzo.
El proyecto podría significar un aumento en la economía regional de entre 12 al 15% anual en los primeros cinco años, considerando la generación de empleos directos e indirectos, incremento en la ocupación hotelera y aumento en el consumo local de productos y servicios. Estos indicadores permitirán medir el retorno de inversión social y económico, así como el fortalecimiento del sector turístico en San Luis Potosí. Obras complementarias, como nuevas supercarreteras, el aeropuerto de la Huasteca en Tamuín y la conexión ferroviaria Ciudad de México–Nuevo Laredo, consolidarán a la región como un nodo estratégico de turismo y transporte. El seguimiento y análisis permanente permitirá optimizar flujos logísticos, tiempos de traslado y eficiencia operativa de manera continua. La “Riviera Huasteca” tiene el potencial de posicionar a San Luis Potosí como un destino turístico de clase mundial. Los retos principales incluyen garantizar infraestructura eficiente, conectividad integral, capacitación profesional y sostenibilidad ambiental. La implementación de indicadores de desempeño desde este momento permitirá evaluar resultados, ajustar estrategias y asegurar beneficios duraderos para la economía, las comunidades locales y la conservación del entorno natural.