Obvio, antes de dejar el poder, el gobierno de Juan Manuel Carreras fue requerido por la Auditoría Superior del Estado para dar cuenta y testimonio del gasto erogado en temas infantiles.  Pero no cualquier tipo de gasto en este sector. Se trató de más de 495 mil pesos que se firmaron y se dirigieron a pagar insumos que se destinaron a las guarderías oficiales del Sistema Educativo Estatal Regular, los denominados CEDIES, durante el año 2020. Año de la pandemia y sus consecuencias. ¿Para mantenimiento físico durante el total cierre de centros educativos? ¿Para reparaciones de salones o mesabancos por su desuso? ¿Para el pago de vigilancia y que no fueran saqueados los planteles? Ninguna de las anteriores.  Se trató de pagos de facturas que se emitieron tras el “servicio de abastecimiento” de insumos para alimentación a más de mil 350 niños y niñas, estudiantes de dichos centros. ¿En plena pandemia? ¿O sea que ellos y ellas sí acudieron a clases?, porque mientras el mundo entero cerró sus planteles educativos, los centros que comandaba el SEER de la Mtra. Griselda Álvarez, no pararon.  Por su puesto que la respuesta de los responsables a la ASE nunca llego antes del 25 de septiembre. Pero lo más relevante será que la autoridad verifique entonces dos cosas: O que sí fueron y se consumieron dichos alimentos, poniendo en riesgo a los niños y niñas que acuden a dichos centros, en el año más fuerte de la pandemia covid-19, 2020; o que dichos alimentos se sirvieron en las mesas de los CEDIES y, como obvio nadie fue -hasta hace casi 3 meses de este 2021 que volvimos a las aulas- se echaron a perder. Que en ambos casos es una grosería, por decir lo menos. Hasta mañana…