No conformes con evidenciarse al resultar aparte de improductivos, los seres más miserables del gobierno, el que algunos diputados hayan impugnado el acuerdo de la Junta de Coordinación Política que firmaba la reducción del 10% de su jugosa dieta mensual, más de 100 mil pesos mensuales, demuestra precisamente eso: la bajísima calidad de personajes que se tienen en el Congreso al pelear 10 mil pesos. El panista Rubén Guajardo alegó junto a otros, que el destino de esa reducción tendría un futuro incierto, pero tampoco propusieron, teniéndolo en mente, una donación real y concreta de parte de ese inmenso recurso recibido mes con mes. Y eso que él está en su 3ª legislatura. En 3 participaciones en la cámara potosina no ha tenido ni un productivo trabajo, tampoco una propuesta positiva para la donación o el encaminado de su salario a obras de beneficencia con nombres y apellido, o por ejemplo casas de asistencia social reales y con necesidades brutales. Nunca. Lo peor vino entonces ayer cuando el Tribunal Electoral del Estado le desechó a Guajardo el recurso que interpuso por dicha decisión.  Las razones: extemporánea. A cualquier abogado se le puede pasar un término en un proceso judicial. Pero impugnarlo alegando una fecha de notificación cuando esta se le notifico casi 20 días antes es aparte una grosería por mentir. Desde el 24 de septiembre tuvo conocimiento de dicho acuerdo, y al impugnarlo argumento haberlo conocido el 15 de octubre. El resultado, se desecha por extemporáneo. La vergüenza: miserables y aparte mentiroso. Hasta mañana…