Fuera del evento presidencial en sí del pasado viernes, algo que hay que destacar, y mucho, es la “complicidad” con que se saludan, ven y comunican la Presidenta de México, su Secretaria de Gobernación y la Presidenta de Morena en SLP. De sobra se sabe que Claudia, Rosa y Rita han tejido una amistad formada y fortalecida a través de la lealtad y el respeto. La primera se las ha dado los años de convivencia.  La segunda, el reconocimiento con que las tres se saben y procuran, cada una en su trinchera. Las potosinas -Rosa y Rita- han construido su trayectoria fuera del terruño y logrado niveles envidiables e insospechados para potosino o potosina alguna en los últimos 20 años. Despachar en Bucareli, actual trabajo de Rosa, y guiar el movimiento púrpura en la entidad con verdadero peso y apoyo del Palacio Nacional, el de Rita, no son cosas menores. De ahí entonces que los anuncios presidenciales para la entidad, como el apoyo para las “Mujeres con Bienestar”, la “Beca Universal” en temas educativos, obras de infraestructura como la modernización a la Carretera a Rioverde, el tren de pasajeros y el aeropuerto a Tamuín, así como garantizar el correcto papel de los legisladores locales y federales morenistas, no solamente son puntos que avala y ratifica a Rita Ozalia en su calidad de primera morenista del estado, sino que, por la confianza presidencial y la de “la segunda de abordo”, ella es, sin duda, la garante y voz presidencial en el estado. Claudia, Rosa y Rita entienden sus miradas. Claudia y Rosa le dejaron tarea. Rita tiene mucho trabajo.