El oficialismo, a través de sus voces, revistieron las marchas del domingo en todo el país como ejemplos de libertad, democracia, de pleno ejercicio de garantías, de todo lo contrario que la oposición y muchos sectores civiles han etiquetado de este gobierno de autoritario. Por su parte la sociedad civil salió a las calles, otra vez, para marchar y gritar defensas a la democracia mexicana, a sus instituciones y contra el gobierno federal y sus políticas. Irónicamente unos gritaron por defender lo que los otros les garantizaron. La sociedad civil volvió a llenar plazas y calles. Dieron muestra de organización. Y también los hay del otro lado. Los partidos políticos deberán ser también su objetivo. No solamente los que van en contra de sus ideales e ideologías. Sino también aquellos que los apoyan. Por esos deben ir primero.