Con la envoltura de la sonrisa fácil -casi siempre falsa- y el caluroso abrazo -solo por el frío, nada extraordinario- los representantes de los partidos políticos potosinos -PAN, PRI, VERDE, MC, PRD, PT, CONCIENCIA, NUEVA ALIANZA, MOVIMIENTO LABORALISTA y ENCUENTRO SOCIAL- bajo convocatoria del gobierno estatal y el testimonio de la UASLP, el Congreso local, el Poder Judicial y la Fiscalía, firmaron un llamado Acuerdo de Civilidad-Política. El fin y objetivo, el de siempre: lograr un ambiente de paz, respeto, concordia, certeza, legalidad, democracia y un listado bonito de palabras que solo son eso: adornos. De nada sirve que los partidos y sus dirigentes den la cara a nombre de sus partidos firmando acuerdos de civilidad con externos, si al interior de sus recintos viven tormentas que no les permiten un ambiente políticamente sano y por lo tanto una legitimidad en sus acciones. Ejemplos el PRI y el PAN. Los partidos políticos aún no han entendido que el comentario social y político rebasa a sus dirigentes. Y este va de la mano entonces con su fortaleza y respeto. De nada les sirve la fotografía externa, si adentro no se pueden tomar una juntos.

De nada.