No conformes con las derrotas que el PAN ha tenido en los últimos años en San Luis Potosí (el ultimo gran triunfo fue el de Marcelo de los Santos en 2003 por la gubernatura), ahora se empeña en la autodestrucción desde el interior de sus entrañas. Cual enfermizo afán de la ambición desmedida de sus dirigentes, de facto y de jure, la lección esta más clara para los espectadores que para los protagonistas: no hay peor enemigo para un panista que un panista. Vino la elección de junio pasado y Octavio Pedroza no pudo, y tampoco lo intento, el controlar las decisiones que le imponía Xavier Azuara via Juan Francisco Aguilar. De las elecciones de candidatos azules, mejor no hablamos. Porque desde los que fueron electos hasta los que fueron pluris, todos tienen en la frente la letra “A”. 

No de Acción Nacional, de Azuara. ¿Y entonces resultado? Ahora es la elección de la dirigencia estatal, limitada a mujeres, la que vuelve a colocar a Juan Francisco Aguilar y a Xavier Azuara -el de jure y el de facto-, en el escrutinio de sus afiliados, de los potosinos y de la historia.

De las tres aspirantes, Verónica Rodríguez, Josefina Salazar y Lidia Arguello, las dos últimas han denunciado tajantes: la imposición Azuara-Aguilar de Rodríguez será la derrota total del PAN. Vinieron entonces tres hechos significativos en las últimas horas:

1. “Deseo manifestar mi renuncia como integrante de la planilla de la ex regidora Verónica Rodríguez Hernández, dicha decisión responde a que, desde mi punto de vista, esta planilla no representa los valores, ni los principios humanistas de Partido Acción Nacional”.

Firmo el panista Juan Sánchez Ramos, para dar las gracias de su inclusión en esta elección interna. 2. “Vivir con convicción y no de convicciones es el camino difícil, largo y lleno de derrotas superficiales, pero es el único camino que tiene sentido, da honor y te hace trascender”. Fue el último párrafo de la publicación que hiciera el ex diputado local, brillante y preparado profesionista, gran potosino, Alejandro “Boris” Lozano González, para justificar el motivo valedero de su renuncia al PAN. 3. Y el “bajón” que le hicieron vil y cobardemente al también ex regidor e identificado con Octavio Pedroza, Jaime Waldo Luna, de la misma planilla donde figuraba para Secretario General del CDE blanquiazul. 

Bajo el argumento burdo y ridículo del ex diputado y hoy coordinador de la campaña de Azuara-Aguilar por la dirigencia estatal, Rolando Hervert, que Waldo “se retira” para permitir avanzar el proyecto.

Nada mas estrepitosamente falso. 

Para empezar porque Rolando Hervert es el menos indicado para coordinar la campaña de Verónica. El junto a otros le dieron juego y esperanza a la joven panista Wendy Rodríguez Galarza y la abandonaron.

Y segundo, porque el nuevo integrante de la planilla, el matehualense Franco Coronado Guerra, es una imposición de Juan Francisco Aguilar y una traición más -de las muchas que le han hecho la dirigencia y sus propietarios- para Octavio Pedroza.

Si el joven regidor tuviera dignidad ni aceptaba, pero eso es otra cosa. Cumpliendo con estos tres puntos lo siguiente: Que la mayoría de la militancia ve en el PAN actual, en sus propietarios, en sus gerentes y en sus prospectos, la falta de principios, de valores y del humanismo que quieren combatir.

Que estos no representan mas que la tarea inmediatista de hambre retrasada convenenciera para acomodarse cada tres y cada seis años. 

Y que no tienen palabra, cobardes en pocas palabras. Suerte para el PAN, que la van a necesitar. Hasta mañana…