LA 57 ENTRAMPADA. La carretera federal 57 no debería ser una trampa para transportistas ni un punto ciego del sistema logístico nacional. Y sin embargo, lo es. Con pérdidas estimadas en 14 mil millones de pesos al año por malos manejos, extorsiones y retenes ilegales, esta vía clave para el intercambio comercial entre México y EE. UU. se ha convertido en un obstáculo para la productividad del Bajío. Ante este panorama, la iniciativa del diputado federal Juan Carlos Valladares para modernizar los puntos de revisión no sólo es pertinente: es urgente. Lo valioso de la propuesta es que no se queda en la denuncia, sino que presenta una ruta clara de solución: tecnología para escaneo de placas y carga, señalización inteligente, protocolos anticorrupción, coordinación entre fuerzas federales y locales, y sobre todo, infraestructura complementaria que evite cuellos de botella. No es solo un tema de movilidad, es de derechos humanos, de eficiencia logística y de confianza para la inversión.

COMERCIO SE MUEVE POR CARRETERA. Si un solo retén mal administrado puede generar hasta 2 millones de pesos en pérdidas por día, no es exagerado decir que este problema afecta al país entero. El 60% del comercio se mueve por carretera. La implementación de cámaras, inteligencia artificial, y capacitación a personal de inspección puede marcar la diferencia entre un sistema que frena al país y uno que lo impulsa. Claro, como cualquier solución enfrenta desafíos; su ejecución requiere presupuesto, voluntad política y vigilancia ciudadana. Pero si se logra, San Luis Potosí y el Bajío pueden consolidarse como un verdadero hub logístico nacional, competitivo, transparente y eficiente. Esta propuesta no resuelve todo, pero es un paso firme en la dirección correcta: modernizar para avanzar.

¡Hasta mañana!