Los organismos del agua municipales están en la mira del Congreso. Empezando por el Interapas. La reordenación que la Junta de Gobierno está obligada a hacer la observación minuciosa de peso por peso, papel por papel. Por lo pronto el último reporte trimestral sobre el estado financiero, reporta un incremento en su deuda del 61%, cerrando en casi 794 millones de pesos, por estos 3 años de la gestión navista-purata. Tan solo las cuentas a pagar a corto plazo de 315 mdp a casi 617 mdp. De esa cifra 70 millones corresponderían a laudos laborales. Las demandas en esta materia van desde incumplimiento de pagos a proveedores reales hasta la contratación grosera, en donde se repartieron contratos como volantes y aquí está el resultado. Esto sin contar que, como lo han dicho, trágicamente, el INTERAPAS y los demás órganos son la caja chica de las administraciones. Y no porque no haya, sino porque lo que pudiera entrar, precisamente se queda en el “pudiera”. Pero eso sí, se paga. Registrado el gasto, queda. Registrado el gasto, está. Faltan las consecuencias.

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En la contienda por el PAN se sumó Lidia Argüello también.  Verónica Rodríguez, Wendy Rodríguez, Josefina Salazar y Argüello. Si ayer comentábamos que el tamaño del orden al interior de un partido político se medía por su integridad, su unidad. Con esto el desorden se mide por la cantidad de divisiones al interior. Ayer eran 3, ya son 4. Cuando mucho la que podría encontrar refugio en otra sombra sería Wendy. Con Verónica Ni Josefina y menos Lidia. Ambas tienen rencillas con azuarismo-aguilar. Hasta mañana.