La defensa que hizo Gabino Morales, representante del gobierno federal en la entidad, al gobierno federal mismo por los comentarios referentes al abandono que ha hecho la administración lopez-obradorista sobre obras de gran calado para la entidad como la Ruta Alterna o el aeropuerto huasteco, es valedera, mal haría si no. Se sigue apoyando con los programas federales destinados a adultos mayores o jóvenes, dijo Morales. Pero eso no esta en discusión. Y ni que el gobierno sea tan descuidado en dejar a un lado su política social de masas. 

“Ni que fueran tan irresponsables”, si es lo que les deja. Pero las obras de infraestructura en cualquier gran metrópoli son vitalísimas para el desarrollo a futuro.

Vías de comunicación, por ejemplo, permiten el avance y la inversión. Permiten la proyección de la entidad como un epicentro y referente de calidad de vida, obra publica y desarrollo en general. Que no confunda Morales la necesidad social inmediata y el papel que ha jugado en esa tónica el gobierno federal, con las necesidades sociales que darán resultados en un futuro.

Ese es el problema. El gobierno federal no lo veía como una prioridad y por eso el fantasma del abandono en esas promesas que López Obrador hizo rondó a nuestro estado. El que retomen volver a dirigir recursos públicos federales a la Ruta Alterna a la Carr. 57 o el aeropuerto huasteco, no son favores ni dadivas.

Primero, son palabras dadas, que ya por honor es mucho decir,

Y segundo, es parte de también de la obligación del estado de garantizar las mejores políticas y acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Desafortunadamente algunos políticos y sus políticas están limitadas a la tarea inmediatista populista de la beca o el apoyo. Para eso nunca faltara recurso.

Lo demás puede esperar. Hasta mañana…