Tema de décadas, el ambulantaje y comercio informal en el Centro Histórico capitalino ha sido el dolor de cabeza no solamente de autoridades municipales y estatales y ciudadanía, sino de los mismos comerciantes. Pero no de cualquier gremio de comerciantes. Para nada.

Se trata de aquellos que por décadas también han logrado forjar un nombre, patrimonio, mercado, clientes y respeto dentro del marco imperioso de la ley.

Como si hoy en día no fuera digno de aplaudirse. Y no se trata de nombres de asociaciones o grupos que los respaldan. Esos se ven rebasados por cada uno de los comerciantes descritos líneas arriba. Se trata de los que por décadas no han hecho más que aprovecharse de circunstancias políticas que los acreditan dentro de la salvedad de ser requeridos por la falta de su boleta de bautismo o aprovecharse de manera burlona de la autoridad misma. Estatales y municipales. Repetimos, ¡por décadas! Al parecer lo que podría denominarse hasta como una CUMBRE, entre las autoridades estatales y municipales con los comerciantes debidamente establecidos y representantes de la Iniciativa Privada, como la Alianza Empresarial en pleno, tendrá un peso específico en la solución a esta problemática como desde mediados de los 90´s no se tenía ni veía cuando Mario Leal Campos -alcalde capitalino- y Horacio Sánchez -gobernador- lograron meter en orden y cintura al centro histórico y su ambulantaje. Han pasado más de 25 años. Es cierto, ha cambiado mucho nuestro centro, su gente, sus paseantes y mercantes.

No así los mercaderes. Por ello la exigencia. Mientras que por décadas y generaciones el comercio formal ha logrado colocar los cimientos de su patrimonio, de los suyos y de sus trabajadores, no debe ser tampoco justo que aquellos que no cumplen esa legalidad se les trate mejor en este problema. Mejor que se resuelva el problema…

Ricardo Gallardo y Enrique Galindo tiene la solución… Hasta mañana…