El movimiento de los partidos políticos a nivel nacional y local es de esperarse cuando los lideres morales mueven campanitas. Por ejemplo, el partido oficial: Morena.

Desde hace meses el Presidente López Obrador detonó el movimiento de sus “corcholatas” -en otras épocas eran “presidenciables”- que ha colocado en el tablero para la sucesión se 2024. Nada nuevo ni relevante.

Lo interesante vendrá cuando esas piezas repliquen su inconformidad al no ser ungidos con el “dedo consagratorio”. (El famoso dedazo hoy se llama “encuesta”). En Morena los estelares son Claudia, Adana Augusto, Marcelo y Monreal. En boca de todos y todas esta el de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Igual el de Bucareli, igual Marcelo, del zacatecano mejor ni el lamento le queda, pero ya por fin lo juntaron el pasado fin de semana después de haberle hecho el feo la antepasada.

Hasta en las mejores familias. A nivel local el movimiento del partido presidencial se limita a las actividades que realice el representante de los programas federales Gabino Morales o lo que algún legislador a nombre de Morena proclame. Nada más.

Después del proceso electoral los purpurados bajaron sus reflectores y de nuevo al oscuro pasillo de la política potosina. Habrá que ver como se van moviendo sus fichas, sus “corcholatas” en territorio potosino. Partidos como el PRI o el PAN en la entidad se limitan a sus reunioncitas o cursillos. De ahí no pasan. El evento estelar de la semana se dará mañana en la sede del PAN donde, después de un cierre de semana tormentoso, reciban a su líder nacional Marco Kortes.

Habrá que ver que cuentas le da Xavier Azuara a través de su vocera Verónica… 

Verónica Rodríguez. Hasta mañana…