Los movimientos en el tablero político que el gobernador Gallardo hizo en sus fichas para presentar y activar los expedientes de denuncias contra funcionarios de la administración anterior dieron resultado. En el área de salud, una de las más observadas de la era “carrerista”, se lograron cometidos poco visto en administración alguna: la detención de sus dos secretarios titulares -Rangel y Lutzow- y la posterior señal de resarcir daños económicos, reconociendo las culpas. 

“Aiga sido como aiga sido”, dice el clásico, la sociedad cansada de estos negros capítulos escucho lo que quería: reconocimiento de culpas. A la sociedad, ávida de justicia y harta de impunidades, ya poco nos interesa saber ¿por qué?

Nos interesa que el daño causado sea reparado en su totalidad y que el responsable responda por ello. Por lo pronto hace días se le dio un giro a la impunidad política para darle paso a prácticas de justicia. La devolución de poco más de 20 millones de pesos de Mónica Rangel, la primer secretaria de salud de Juan Manuel Carreras. El gobernador Gallardo habla de “recuperar” primero el total de 50 millones que se tienen con denuncias en mano (se refiere tanto a los 20 de Rangel como a 30 que se le imputan a Miguel Lutzow) y después más de 200 mdp ¡de las denuncias presentadas! Solo de las hasta hoy presentadas. Aquí entonces las preguntas estelares son:

Si de Rangel y Lutzow fueron poco más de 50 mdp y faltan 150 mdp aproximadamente ¿Quiénes faltan? Y la otra ¿solo fueron 200 mdp o cuánto falta? Hasta mañana…