Después de que vieron el resultado de la obra de infraestructura vial que se concretó al poniente de la ciudad con el paso a desnivel cobre Av. Himalaya y otras rúas, los vecinos de El Saucito, por fin, cedieron.

Inicialmente el proyecto estaba destinado a esta demarcación.

Pero fueron y vinieron dimes y diretes, pros y contras, “istas” y “antis”, piedras y palos -porque sí los hubo- y un desgaste que el municipio decidió dejarlo por la santa paz.

Hoy las mesas de diálogo se retomaron y el municipio capitalino junto con los vecinos han retomado acuerdos y sentado decisiones: el paso a desnivel de El Saucito será una realidad.

De que hay autoridades que toman decisiones por conveniencias personales y de negocio. Sí las hay.

Y puede que la gente se quede “ciscada”.

Pero al menos esta administración municipal ha sabido equilibrar sectores y obras a fin de que se van por toda la ciudad.

El Saucito requiere una remodelación en su imagen desde hace 40 años, sin duda.

Por eso era necesario que las y los vecinos de aquella demarcación fueran objetivos y entraran en la razón de que cualquier, ¡cualquier!, remodelación a sus transitadas calles y avenidas será benéfica.

¡Gracias, Señor de El Saucito!