Nadie niega que los partidos tradicionales como PRI o PAN han tenido un desgaste natural, tanto por sus 80 años de vida, como por las formas en las que han vivido. El abuso del poder y sus modas y modismos ejecutados por personajes presentables o impresentables provocaron un desdén ciudadano válido, que hoy está siendo pagado y sufrido. Nadie niega tampoco que su legado haya construido también el México moderno del siglo XX. Pero de ahí a que estos partidos ya no sean una solución para cambiar la política mexicana, está muy alejado de la realidad y actualidad. Movimiento Ciudadano sigue cerrado a tender una mano o a tomar la que le ofrecen. Inclusive a asegurar que solo MC puede derrotar a Morena y sus aliados. Nadie niega que sus personajes puedan tener virtudes, como igual los hay en el PAN, PRI o Morena. Lo que sí se puede asegurar es que la arrogancia derrota antes de llegar a un destino.