Ni porque es “Dia del amor y la amistad” entre panistas y los demás se los tienen o se lo tendrán. Hace unas semanas se dio a conocer el relevo en la coordinación de regidores de la bancada blanquiazul en el cabildo capitalino (que componen Elodia Gutiérrez, Alejandro Fernández, Daniela Cid y los “azuaristas” Edgardo Jasso y Maru Castro).

Consumándose la salida de Edgardo Jasso -ligado al grupo que, para muchos panistas, clase política, analistas y periodistas, tiene por los suelos al PAN potosino-, representando dos puntos: 

1. Un refresco dentro de los mandos que tiene el PAN tanto en su partido mismo como en los órganos de gobierno, en este caso el cabildo municipal. 

2. Y un certero golpe a la fortaleza del dichoso grupo que tiene cooptado a este instituto político. En ambas circunstancias, el rechazo a que siguiera coordinándolos -de parte de Gutiérrez, Cid y Fernández y la llegada de la primera a este mando- sigue hiriendo el orgullo de Jasso. Sangrado del que, a la fecha, no han podido recuperarse ni él ni sus mentores. Y lo han demostrado de varias maneras. Por ejemplo:

A las reuniones del trabajo interno blanquiazul, que convoca su coordinadora titular y bendecida por las dirigencias estatal y municipal, la regidora Elodia Gutiérrez, solamente asisten Cid y Fernández. O Jasso solo en sus “grillas” viles, cobardemente echa por delante a su compañera Maru Castro. Responsabilizándola de lo que “políticamente” quiso “operar” y no obtuvo resultado favorable para él. El descontento contra Jasso y la animadversión que ha levantado en ultimas fechas, al interior del Cabildo, con sus compañeros de mesa -incluidos los de otros partidos como el PRI o el Verde, empezando por el Alcalde hasta el ultimo de los regidores y síndicos-, es evidente y de “pronóstico reservado”.

Sus intentonas de traiciones y sus humillantes fracasos no han parado. Esperamos que le tengan consideración por ser el mes del amor y la amistad. Si no, sentirá el desprecio de no recibir ni una cartita de navidad. Hasta mañana