Vínculo copiado
PRI: Palabras incumplidas, nombre manchado
00:03 lunes 28 agosto, 2023
DESDE LA REDACCIÓN SLPLa tormentosa y vergonzosa toma de protesta e instalación, el pasado sábado, del Consejo Político del Partido Revolucionario Institucional de San Luis Potosí que preside Sara Rocha, resultó ser el reflejo de ese PRI que, hace semanas comentamos en estas mismas líneas, ella solita cree estar construyendo y que pudiera analizarse en tres puntos: el de su imposición que ni ella domina; el de la falta de palabra que, desde su arribo como dirigente, no ha tenido; y el de su unilateral toma de decisiones “políticas”, que con todo esto demuestra no sabe hacer: POLÍTICA. El primero, sobre su papel como dirigente autónoma, se descarta. Toda vez que hasta para estacionarse en el edificio de avenida Luis Donaldo Colosio lo consulta con su jefe Alejandro Moreno -como ella misma lo ha dicho en reducidas mesas- sin tomar en cuenta el papel, paso y peso que tiene Enrique Galindo, alcalde de la capital, como jefe Político tricolor en la entidad.
Circunstancia que ella misma debiera considerar y respetar. Concediendo que “le entiende a esto”. El segundo, de su falta de palabra, sabemos la ha demostrado hasta en tres momentos:
1. Al no equilibrar y consensar con otros poderes facticos tricolores -como el de Galindo mismo- su planilla de registro como dirigente, prefiriendo acompañarse -a fuerza- de Frinne Azuara, diputada Federal, para secretaria general (huasteca forjada en el EdoMex, quien hoy se perdería de una banca a otra en el Jardín de Tequis). 2. Al conformar la lista del citado Consejo Político Estatal con sus seguidores -casi todos amenazados por la nómina partidista o enderezados por los apellidos- quienes ocuparon la mayoría de los lugares que previamente había negociado con Galindo Ceballos. Y 3. Hasta hoy, culmen reflejo de su traidora falta de palabra política, la de no respetar -otra vez- lo acordado previamente con el mismo Galindo Ceballos en proponer juntos, y en el afán reconstructivo de un Partido que sobrevive por el mismo Galindo y nadie más, un nombre intermedio (el del priista Martin Reyna, ficha galindista) que fungiera como secretario Técnico del Consejo tricolor. Mínimo esta concesión y tampoco.
Este último hecho -momento para la fotografía e inequívoca muestra de su unilateral “forma política”- presidiendo la sesión del sábado, con Galindo a su derecha y su soberbia política detrás de ella, Sara Rocha pronunció, como su propia propuesta, el nombre de quien se ha visto manchado en su función pública con ruines señalamientos: Alberto Rojo Zavaleta, ficha de Sara.
Sin indagar a más, la sesión se celebró con consejeros “rochistas” titulares y suplentes que rellenaron las sillas y ungieron a Rojo en la clásica y tramposa “votación económica”. De ahí entonces que el priista Enrique Galindo decidiera levantarse de la mesa, salir del auditorio y abandonar su sede partidista, junto a otros priistas que conforman el Consejo, al sonoro grito de "¡Galindo, Galindo!"
Declarándolo él mismo: reprobando la imposición, falta de transparencia, de palabra y negociación de Sara Rocha.
(Si la dirigente alega nulo acuerdo personal con Galindo, no es pretexto. Ella misma tiene heraldos). Pretextos que vaya inventándolos mejor para defender, no el nombre de un Partido Político que ella pretende sostener en maneras personales de “hacer política”, sino defender su propio nombre.
El que con “su política” está manchando entre su nulo papel como líder, su falta de palabra -como si fuera poca cosa- y la clara muestra de que, a pesar de los años o los cargos (como los haya logrado), no ha aprendido nada.