La capital de Grecia fue testiga de otra noche en la que el serbio Novak Djokovic desafió el tiempo y la fatiga. Con 38 años, Nole volvió a engrandecer su leyenda. En tres horas de un partido que rozó el límite físico, derrotó a Lorenzo Musetti por 4-6, 6-3, 7-5 y conquistó el Campeonato Helénico Vanda Pharmaceuticals, el título número 101 de su carrera. Con el triunfo, Djokovic llegó a 72 triunfos en cancha dura, dejando atrás el récord del suizo Roger Federer quien ostentaba la marca en la Era abierta. El encuentro fue una montaña rusa que dejó exhaustos a ambos y que incluyó 13 puntos de quiebre, cinco servicios rotos en el set final y una batalla que se alargó hasta que la resistencia se agotó. Djokovic lo ganó con experiencia y rechazando el costo de la edad. Una batalla increíble, un partido agotador”, dijo el campeón después de sostener el trofeo con los brazos temblorosos.  Musetti, que necesitaba el título para colarse en las Finales de Turín, se quedó a un paso de cumplir su sueño. El italiano, de 22 años, había salvado un punto de partido en semifinales ante Sebastian Korda, pero frente a Djokovic no encontró el aire suficiente para cerrar el impulso del primer set. Perdió su sexta final consecutiva en el circuito. El último set fue una prueba de resistencia y de carácter. Cada punto parecía una negociación con el cansancio. Musetti buscó acelerar, Djokovic respondió con su clásico control del ritmo y esa frialdad que a menudo desespera a sus rivales. El cierre llegó con un quiebre final que soltó un rugido del serbio y un aplauso respetuoso del público griego. Cada vez que juego contra Novak aprendo algo”, dijo Musetti al recibir el trofeo del finalista.  Djokovic, que en cada torneo parece medir su pulso contra la historia más que contra los rivales, levantó el trofeo con serenidad. Así celebró su título 101, uno más en la colección de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. FUENTE EXCÉLSIOR