Donald Trump volvió a poner sobre la mesa un viejo debate en las Grandes Ligas: la ausencia de Roger Clemens en el Salón de la Fama de Cooperstown. El presidente de Estados Unidos aseguró que el histórico lanzador debería ser inducido de inmediato y lo hizo tras jugar golf con él y con su hijo Kacy el fin de semana. Clemens se retiró con credenciales difíciles de ignorar. En 24 temporadas acumuló 354 victorias y 4 mil 672 ponches, la tercera mayor cifra en la historia, siete premios Cy Young y un premio al Jugador Más Valioso en 1986, además de dos anillos de Serie Mundial con los Yankees. Participó en 11 Juegos de Estrellas y fue protagonista con Boston, Toronto, Yankees y Houston, un recorrido que cimentó su lugar entre los mejores lanzadores de todos los tiempos. Sin embargo, en 2022 terminó su último año de elegibilidad en las boletas con 65.2% de apoyo, por debajo del 75% necesario. Su nombre quedó marcado por las acusaciones de uso de sustancias prohibidas que lo persiguieron durante gran parte de su carrera. Clemens enfrentó acusaciones de haberse inyectado con esteroides y hormona de crecimiento humano, lo que llevó a testificar ante el Congreso en 2008. Posteriormente enfrentó cargos de perjurio y obstrucción, aunque fue absuelto tras un juicio de 10 semanas. Nunca dio positivo y desde el principio lo negó totalmente. Fue igual de grande antes de esas acusaciones erróneas. No hay evidencia de que haya sido un ‘drogadicto’”. El mandatario trazó un paralelismo con Pete Rose, cuya expulsión vitalicia por apuestas fue revertida póstumamente el año pasado. “No vamos a dejar que con Clemens pase lo mismo. Pónganlo ya. Él y su familia no deberían soportar esta estupidez por más tiempo”, escribió. El propio Clemens respondió en sus redes con agradecimiento hacia Trump y un dardo a sus críticos: (Él) sabe mejor que nadie sobre las noticias falsas que circulan. Todos tienen sus agendas… Yo jugué para cambiar el rumbo de mi familia por generaciones y para ganar”. El debate sobre su lugar en Cooperstown sigue abierto. Mientras los números lo respaldan como uno de los lanzadores más dominantes que ha visto el beisbol, las dudas sobre el uso de sustancias lo mantienen fuera del recinto de los inmortales. Ahora, con el presidente Trump como aliado, el empuje político se suma a la larga lista de argumentos que rodean al caso de Roger Clemens. FUENTE EXCELSIOR