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Desde hace más de 10 años, YouTube se ha convertido en nuestro buscador de maestros...
23:28 lunes 2 mayo, 2022
ColaboradoresDesde hace más de 10 años, YouTube se ha convertido en nuestro buscador de maestros, si queríamos aprender sobre cocina, rutinas de ejercicio, reparaciones del hogar, cómo usar un taladro, descongelar verduras, cómo mejorar en un idioma o empezar desde cero alguno. Esta plataforma nos daba la posibilidad de encontrar creadores y creadoras de contenido que ofrecían sus valiosos conocimientos y te daban “la solución”, con sólo colocar en el buscador la palabra predilecta. Incluso mis hermanos me contaron como “Julio profe” ayudó a generaciones enteras (según los comentarios de suscriptores en sus videos) a salvar el semestre e incluso pasar extraordinarios en matemáticas. Hubiera dado lo que fuera por haber tenido acceso a algún Julio Profe, cuando me encontraba cursando la secundaria o el bachillerato. YouTube pasó de ser una plataforma de videos musicales y tutoriales, a un trampolín que ha hecho ricos a algunos creadores, mismos que lamentablemente no tienen el mejor contenido, no promueven cosas positivas, que a mi parecer solo aportan entretenimiento barato y lucran desmesuradamente con lo que sigue pidiendo su audiencia. Honestamente me encuentro sorprendida de que Kimberly Loaiza sea la youtuber mexicana con mayor número de suscriptores. Su canal cuenta con 35.7 millones de afiliados, poco más de la población que votó por el actual presidente del país. Con esta cifra, “la queen”, como la llaman sus seguidores y las marcas con las que colabora, la “lindura mayor” se ha posicionado como uno de los “pesos pesados” en influencia, no solamente en México, sino en la comunidad hispana de YouTube. ¿Qué hace especial este canal? También yo me lo pregunto; no ofrece contenido educativo, que aporte o que enseñe algo nuevo (tan bonito que es aprender cosas nuevas, caray), únicamente muestra sus dramas familiares con su esposo Juan de Dios Pantoja, su lujosa y aspiracional vida, vlogs de su día a día, su ropa, su cabello, las tendencias de moda que marca, su pleito con Kenia Os (otra influencer con grandes números), la vida de sus hijos que han sido expuestos desde el útero. En fin, pareciera Kimberly Loaiza. Frivolidades y exhibicionismo. que el contenido telenovelesco cambió de formato pero sigue siendo atractivo para las masas. O quizás, el algoritmo sigue favoreciendo contenidos banales por encima de contenidos educativos. Al menos el contenido de estos youtubers “suena inofensivo”, comparado con las grandes infamias que hemos visto en internet, por ejemplo, tenemos a Nikocado Avocado, un youtuber estadounidense que cuenta con un canal de 2.99 millones de suscriptores, donde por años ha documentado el deterioro de su salud por ingerir cantidades monstruosas de comida. El chico comenzó su canal con una dieta vegetariana, pero se dio cuenta que a la gente le gustaba verlo atragantarse con comida poco saludable. Hoy, Nikocado tiene obesidad mórbida, usa un respirador y no tiene control de esfínteres, algo que también ha documentado en su canal de YouTube. La gente apuesta en foros de discusión cuándo morirá este youtuber, el cual pareciera que pese a las críticas sobre su estilo suicida de vida, no piensa parar, pues quizás considera que su vida sin las vistas y la monetización de YouTube, no vale nada. También tenemos la otra cara de la moneda, la streamer y youtuber Eugenia Cooney, quien aunque no lo ha admitido abiertamente ante sus seguidores, sufre de un severo trastorno alimenticio. Eugenia Cooney luce extremadamente delgada y en la mayoría de sus videos hace chequeos corporales, los cuales son muy promovidos en las comunidades de Ana y Mía (bulimia y anorexia). Incluso hay videos donde no articula bien sus ideas y únicamente se le ha vi…