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El solo hecho de entregar apoyos monetarios no soluciona el tema de los aprendizajes
00:02 viernes 12 abril, 2024
ColaboradoresEn el vertiginoso escenario político mexicano, donde los discursos se entrelazan y las promesas resuenan como cánticos esperanzadores, el tema de la educación se erige como un pilar fundamental. Sin embargo, tras un primer debate acartonado de las “propuestas” de los candidatos a la presidencia de México, se esconde una realidad cruda y palpable que afecta a incontables familias en el país. La candidata oficialista propone becas, becas y más becas. Sin duda, concebir el sistema educativo únicamente como el “estar en la escuela” nos permite ver que no importa mucho lo que pase en su trayecto formativo (si es que el alumno permanece en el sistema). Esta probado por diversos estudios que el solo hecho de entregar apoyos monetarios no soluciona el tema de los aprendizajes y el impacto que esto significa en la producción del país. Es importante mencionar que habló sobre un sistema de atención a primera infancia, alejándose de la sola idea de abrir estancias infantiles. Pero, si ya contamos con una Política Educativa específica en la materia, ¿por qué debemos esperar a que ella gane para hacerla realidad? Mencionó también la creación de nuevas universidades. Veamos, ¿y las de bienestar? Las preparatorias en la CDMX, ¿qué resultados han tenido? El solo hecho de crear espacios, no soluciona el fondo del problema. Por otro lado, la candidata opositora trae la misma idea. Becas y más becas. Además de entregar tabletas electrónicas e internet para (según ella) aprender robótica, matemáticas e inglés. Históricamente ya sabemos que estos programas no san resultado muy exitosos. Incluso ya contamos con evidencias específicas de que entregar equipos multimedia terminan empolvándose en las bodegas de las escuelas por la obsolescencia casi inmediata que provoca el avance de la tecnología. Seamos serios. No podemos asumir que esto es lo que todos los niños y jóvenes necesitan. También mencionó el tema de atención a la primera infancia, solo que su mirada resulta cortoplacista con el regreso de las guarderías y las escuelas de tiempo completo. El solo hecho de que los alumnos permanezcan en las escuelas, no es suficiente para desarrollar todo su potencial. El candidato de la sonrisa fingida propone la implementación de un modelo educativo (otro) basado en la creatividad y el pensamiento crítico. Como si no tuviéramos suficiente con el actual, pretendiendo ser la panacea. Su visión también apunta a la primera infancia con apenas un asomo de interés. Habla de las estancias infantiles con personal de profesional y de carrera, además de incrementar el gasto en este nivel para el desarrollo integral de los estudiantes en su trayectoria escolar. Sin embargo, las ideas son similares, hacer que más estudiantes lleguen a la universidad. En serio, ¿esa es la meta? Si bien las propuestas de los candidatos suenan loables en papel, es crucial examinar su viabilidad y coherencia con la realidad educativa mexicana. ¿Cómo se traducirían estas promesas en el día a día de las escuelas mexicanas, especialmente aquellas ubicadas en zonas marginadas y rurales? La inversión en infraestructura escolar es una de las promesas recurrentes de los candidatos. Sin embargo, la realidad es que muchas escuelas en México carecen de condiciones básicas de funcionamiento. Aulas abarrotadas, baños en mal estado y falta de recursos didácticos son solo algunas de las problemáticas que enfrentan diariamente tanto estudiantes como docentes. ¿Cómo pueden los candidatos garantizar una educación de calidad sin abordar estas deficiencias estructurales? La equidad en el acceso a la educación es otro tema candente en el debate político. Si bien la implementación de programas de becas y apoyo económico es un paso en la dirección correcta, ¿qué medidas concretas se tomarán para asegurar que ningún niño o niña en México se quede atrás? En un país tan diverso como México, con realidades culturales y socioeconómicas tan diversas, es fundamental que el currículo escolar refleje esta riqueza y promueva el respeto y la comprensión intercultural. Para entender verdaderamente el impacto de las propuestas políticas en el terreno educativo, es crucial mirar más allá de los discursos y examinar las realidades cotidianas de las familias mexicanas. En las zonas urbanas, la falta de recursos y la sobrepoblación en las escuelas públicas son problemas apremiantes que exigen soluciones inmediatas. Muchos niños y niñas se ven obligados a estudiar en condiciones precarias, sin acceso a materiales didácticos básicos ni a un entorno propicio para el aprendizaje. Por otro lado, en las zonas rurales, la situación es aún más desafiante. La lejanía de los centros educativos, la falta de transporte y la escasez de recursos son solo algunas de las barreras que enfrentan los estudiantes y sus familias. ¿Cómo pueden los candidatos hablar de equidad educativa cuando tantos niños en las zonas rurales no tienen siquiera acceso al agua? El debate sobre la educación en México va más allá de las promesas políticas y los discursos grandilocuentes. Es un llamado urgente a la acción, a la responsabilidad y a la empatía hacia las comunidades más vulnerables del país. Los candidatos pueden proponer reformas ambiciosas y visionarias, pero si estas no se traducen en mejoras tangibles en la vida de los mexicanos, seguirán representando vacíos. Es hora de que los ciudadanos exijamos no solo palabras, sino acciones concretas y resultados palpables en el ámbito educativo. Nuestros niños y jóvenes merecen lo mejor, y es nuestro deber asegurar que reciban la educación de calidad que tanto necesitan. Profesor / Activista por el Derecho a Aprender en SLP
Director Ejecutivo en Horizontes de Aprendizaje
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