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A ella no le alcanzará con los mexicanos que no apoyan a AMLO; necesitará...
00:03 jueves 20 julio, 2023
Colaboradores
A ella no le alcanzará con los mexicanos que no apoyan a AMLO; necesitará convencer a un pedazo de quienes simpatizan con el presidente Xóchitl Gálvez está atrapada. Si quiere continuar con el impulso que tuvo durante el despegue de su aspiración presidencial, necesita salir de la trampa a la que la condujo el presidente López Obrador. Si bien en un primer momento, el reflector que desde Palacio le regalaron, le ayudó, ahora juega en su contra. Son más de dos semanas de ataques incesantes con una intención clara, etiquetarla como representante de los partidos de siempre, con los vicios de siempre, y potentada de los corruptos de siempre. AMLO busca que su estrategia de etiquetarla, penetre. Y poco a poco lo consigue. Las hordas al servicio del régimen repiten el guión presidencial: Xóchitl no es indígena, es producto de un acuerdo de los grupos conservadores y, por si fuera poco, es corrupta. Su historia, repiten (sin argumentos que lo demuestren), no es una de éxito sino de corrupción y favoritismo. Ella, que llegó a los 16 años a la Ciudad de México, rentó un cuarto de azotea en Iztapalapa, aprendió a programar y se convirtió en una exitosa ingeniera reconocida en el mundo, es para la narrativa de la 4T un caso más de “privilegio” y “corrupción”. Xóchitl no ha dejado pasar ninguna acusación, responde y aprovecha el reflector. Pero le convendría salir de pronto de la esquina del cuadrilátero en la que se encuentra, porque podría quedar instalada ahí. Desde luego que su historia es pública y comprobable, pero si no sale de donde la tiene el presidente corre el riesgo de que esa narrativa, que se ha repetido durante 12 mañaneras al hilo permeé, no solo entre quienes creen todo lo que el presidente afirma, sino aquellos que podrían simpatizar con Xóchitl y serán necesarios para su aspiración electoral. AMLO no es ningún ingenuo. Sabe que el país está dividido, pero también que su mitad es más grande. Su 60%-65% de aprobación es mayor al 40%-35% de desaprobación que es voto opositor. A Xóchitl no le alcanza con el porcentaje de mexicanos que no simpatizan con el presidente, y necesita convencer a un pedazo de quienes ven con buenos ojos a López Obrador. ¿Qué está haciendo, pues, el presidente? Protegiendo su rebanada del pastel. Si logra que su 60%-65% compre la idea de que Xóchitl es una “corrupta” y representa “más de lo mismo”, le habrá quitado armas a la senadora. Pero si ella esquiva y redirige la narrativa, tendrá posibilidad con ese segmento del electorado necesario para ganar la elección presidencial. AMLO tiene ventaja; conduce la conversación pública desde la mañanera. Xóchitl debe no sólo ser reactiva, sino propositiva. Necesita creatividad e imaginación porque, si bien ser vista por los opositores al régimen, como la punta de lanza de la ofensiva le suma en este tramo del camino -de cara a la selección del candidato presidencial- y refuerza la idea de que es la “única” que puede ganar; durante los próximos meses necesitará de puentes que no debe dinamitar. Requiere inteligencia, mesura y temple. Su margen de maniobra no es tan amplio como pareciera. Es reducido, pero está en ella -por ahora- no acotarlo más. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
@MLOPEZSANMARTIN