Como saben, quienes frecuentan (mi gratitud por delante) esta columna, o mejor: esta tribuna popular, esta trinchera al servicio del pueblo, el Doctor Patán no es inmune a la duda, ese cáncer que corroe a las grandes revoluciones, para empezar a la Cuarta Transformación de la Vida Pública. Va un consejo. Si sienten que se les deja ir un titubeo, hagan como yo: sigan el “Protocolo Fisgón”, que consiste en que, cuando piensas que el Quinto Presidente Más Popular del Mundo puede haberse equivocado en algo, respiras profundo, te sientas, esperas a que se te pase y constatarás que la realidad establece que no, que no hubo error, sino, simplemente, una capacidad de ver las cosas con siete u ocho movimientos de anticipación, como un gran maestro del ajedrez. Lo digo porque el tiempo le dará razón al Anatoli Karpov de Tepetitán con lo que la oposición desesperada llama “elefantes blancos” y los seguidores del QPMPDM sabemos que son motores de desarrollo regional que se están tardando un poquito en arrancar… Tal y como estaba planeado. Leyeron bien: así estaba planeado, ahora lo entiendo. ¿Que Dos Bocas no produce medio barril? ¿Que el Tren Maya se mueve a 14 kilómetros por hora en recta, que aun así sufre descarrilamientos y que sirve paninis congelados con “néctar” al tiempo? (Digresión gastronómica: el panini, incluso en sus mejores versiones, está sobrevalorado.) ¿Que el Felipe Ángeles no deja de ser un espacio ideal para la meditación profunda, por el silencio y la soledad propios de un espacio escondido en la marginalidad del Estado de México, protegido por taxis pirata y puestos de doraditas? ¿Que la Megafarmacia del Bienestar, de Huehuetoca para el Mundo, surtió 341 recetas en cuatro meses, con corte de caja a mayo del presente? No pasa nada. La onda era arrancar. Ahora viene la Fase 2, con la que todos vamos a quedar contentos. ¿Cuál es la Fase 2? Por supuesto, el sexenio de la compañera Claudia, que, como se ha esforzado en hacerle entender a la reacción el sector socialdemócrata de nuestro movimiento, no es, si me permiten la referencia a las luchas, una ruda, como ese hombre apasionado que es el QPMPDM (ya nos explicó el compañero Jorge que es porque su corazón se incendia de deseos de justicia), sino una técnica, que nos llevará a todos por el camino de la centro izquierda hasta un futuro de prosperidad y justicia social en el que todo funcionará. Ya lo verán. Este sexenio, se le ajustará por ahí una fallita del subsuelo al tren, que además seguro contará con una sandwichera con capacidad para paninis, se pondrá en acción un servicio de microbuses Zócalo-AIFA, se tapizarán de medicamentos los anaqueles del farmación, y listo. Sobra decirlo, estoy dispuesto incluso a cambiar mi opinión sobre los paninis. Seguro que ni en eso se equivoca nuestro presidente. POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09