Vínculo copiado
Sus posiciones y los despidos de decenas de miles de empleados lo hicieron una figura por lo menos polémica
00:02 sábado 24 mayo, 2025
ColaboradoresDesde los días previos a que Donald Trump tomase posesión por segunda vez de la Casa Blanca, el 20 de enero último, el empresario Elon Musk pareció convertirse en una sombra del nuevo mandatario y estar presente en sus mítines políticos, sus reuniones de gabinete, sus ocasiones sociales.
Ahora parece alejarse o haber sido alejado de los reflectores que por algo más de tres meses compartió con Trump.Designado como jefe de un nuevo departamento del gobierno, llamado de Eficiencia Gubernamental y con la misión expresa de reducir el gasto público y el tamaño del gobierno federal, Musk se convirtió pronto en un "ave de tempestades", que en términos publicitarios y de atención rivalizaba con el protagonismo de Trump.
Sus posiciones, los despidos de decenas de miles de empleados gubernamentales y la forma en que fueron determinados por "su" Departamento, sin aprobación congresional, hicieron de Musk una figura por lo menos polémica, para no decir que profundamente detestada por buena parte de los estadounidenses.
Considerado como el hombre más rico del mundo gracias a empresas de nuevas tecnologías y comunicaciones, Musk llegó a la órbita Trump como donador de fondos para su campaña electoral. De hecho, se estima que aportó hasta 290 millones de dólares.
Pero el entusiasmo con que abrazó el trumpismo tuvo un eco negativo y la venta de sus automóviles y camionetas eléctricas, uno de sus principales negocios, comenzó a bajar; lo que había sido un símbolo de status y de compromiso con energías limpias pasó a ser una declaración política contraria para muchos, dentro y fuera de Estados Unidos, amén de una competencia creciente de otros vehículos eléctricos.
Paralelamente, sin embargo, otros de sus negocios florecieron: la empresa de cohetes espaciales "Space X" se convirtió en uno de los principales vehículos para la puesta en órbita de astronautas y cargamentos; su empresa de comunicaciones satelitales cubre virtualmente al mundo y hubo un momento en que se le consideró como esencial para el esfuerzo de guerra de Ucrania.
Recientemente, hubo reportes de que el gobierno estadounidense apoya su introducción en África.
Su adquisición de "Twitter" y reconversión a "X" cimbró al mundo de las redes sociales, porque la convirtió de hecho en una caja de resonancia para sectores de extrema derecha previamente limitados y un medio de divulgación para teóricos de la conspiración, frecuentemente también derechistas.
Ahora trata de alejarse, o algunos dicen que los sectores políticos más ideologizados del trumpismo tratan de alejarlo. Pero su departamento de eficiencia gubernamental sigue ahí, y sus opiniones sobre Sudáfrica influyeron en la política estadounidense, aunque sus promesas de reducir el tamaño del gobierno y el déficit presupuestal se hayan quedado muy cortas y su imagen de empresario innovador haya sufrido por sus posiciones políticas.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE