Mensualmente se registra un promedio de 700 a 800 quejas por violencia, informó Mónica Kemp Zamudio, coordinadora del Centro de Justicia para las Mujeres del Estado de San Luis Potosí. Declaró que a partir de la pandemia, se detonó la violencia intrafamiliar, además de otras consecuencias que propició la contingencia sanitaria como la pérdida de empleos, el estar todos los miembros de la familia en un mismo lugar, “esto trajo con ello problemas en el entorno familiar y con ello, el agresor sobre todo, desquitaba con la mujer, así como con sus hijos”. Kemp Zamudio, dijo que la violencia es un problema de educación, ya que los niños, niñas y adolescentes, repiten los patrones aprendidos desde casa. La funcionaria estatal, detalló que durante el mes de agosto hubo un repunte en los casos de violencia, mientras que en meses como diciembre y enero, disminuyeron las quejas, por “ser meses de conciliación por las celebraciones”. La violencia vuelve a subir en mayo, “talvez por el fenómeno del calor, todo lo que está involucrando ahora el medio ambiente, todo esto del smog, de la violencia de los sonidos, con el claxon, el tráfico, etcétera”.