Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
Declive educativo en México reclama con urgencia la formulación de propuestas por parte de aspirantes presidenciales
00:12 viernes 22 marzo, 2024
ColaboradoresEl prolongado declive educativo en México reclama con urgencia la formulación de propuestas por parte de las aspirantes presidenciales. Aunque se presume la importancia de poner a los alumnos en el centro y focalizarse en sus competencias fundamentales, estas premisas apenas asoman en el discurso de las candidatas. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala un incremento de 3 millones en la población con rezago educativo entre 2016 y 2022, mientras que la Secretaría de Educación Pública (SEP) informa una disminución (conservadora) de medio año en la escolaridad esperada de la población infantil y adolescente entre 2015 y 2023. Asimismo, el desempeño escolar, medido por la prueba PISA, ha experimentado un estancamiento prácticamente total desde el año 2000 hasta 2022, particularmente en lo concerniente al dominio de competencias básicas como lectura, matemáticas y ciencias. Uno de los factores que inciden en este pobre desempeño educativo es la cuestión presupuestaria. El gasto público por estudiante ha sufrido una reducción de alrededor del 20% entre 2018 y 2023, siendo esta disminución prácticamente el doble en el caso de la educación media superior según las estadísticas de la SEP. Sin embargo, este deterioro presupuestario se ha venido manifestando desde 2015, cuando la proporción del gasto educativo en relación al Producto Interno Bruto (PIB) experimentó una disminución. La educación media superior emerge como la debilidad latente del sistema educativo. Según la SEP, en 2018 un 15% de los potenciales estudiantes carecían de cobertura, cifra que aumentó al 19% en 2023. Además, a pesar de una leve disminución, el abandono escolar en este nivel sigue siendo el más elevado de todos. Esta situación se atribuye a la falta de inversión pública, a las dificultades económicas de los hogares y a la escasa atención prestada a los alumnos rezagados. Otro elemento que contribuye a esta problemática es la ausencia de una información sistemática que oriente las mejoras en el sistema educativo. Las transferencias monetarias han decrecido y se han distribuido de manera menos equitativa entre los sectores desfavorecidos, se han realizado cambios curriculares sin un adecuado diagnóstico y se ha debilitado el sistema de carrera magisterial, basado en las mejores prácticas, todo ello sin una evaluación que permita rectificar las acciones implementadas. Una propuesta sólida para mejorar el sistema educativo implica incrementar el gasto público en educación de aproximadamente dos puntos del PIB respecto a la actualidad. Esto permitiría frenar el deterioro del gasto por estudiante, especialmente en la educación media superior, donde se requiere urgentemente inversión pública y programas especiales para prevenir el abandono escolar. Hasta ahora, la candidata oficialista ha abordado la falta de inversión en las escuelas, pero ha pasado por alto otros problemas, así como la necesidad de una evaluación centrada en lo fundamental. Su énfasis en la gratuidad de la educación y la concesión de becas sugiere una visión limitada del problema, como si la carencia de ingresos en los hogares fuera el único factor relevante. Sin embargo, ni siquiera en este aspecto se ha pronunciado a favor de un aumento concreto del gasto público en educación. Por su parte, la candidata opositora tampoco ha ofrecido propuestas sólidas. Aunque ha reconocido la importancia de la evaluación para detectar y abordar el bajo rendimiento académico se queda en el discurso fácil, no parece comprender la necesidad de fortalecer la educación en todo sus niveles, modalidades y sostenimiento, ni el papel crucial de la evaluación en este aspecto, ni tampoco ha establecido una asignación clara de recursos al respecto. Cabe mencionar que ninguna de las candidatas ha puesto sobre la mesa la importancia de la educación inicial. Si bien, la candidata del Frente ha mencionado el regreso de las guarderías, no explica cómo se desarrollaría el despliegue de este proceso y que implicaciones tendría a nivel presupuestal y humano. En el caso del candidato de Movimiento Ciudadano se ha pronunciado al respecto, pero se queda en el discurso fácil y populista de atender a las madres solteras y ofrecerles apoyos monetarios para atender las necesidades de vacunación y atención médica de los más pequeños. Pero tampoco explica cómo se pudiera implementar en las diversas realidades del país. Hasta la fecha, ninguno de los presidenciables han sabido capitalizar sus credenciales académicas, ni su experiencia, ni mucho menos su “nueva” visión de política en el sistema educativo para proponer soluciones adecuadas a la problemática educativa del país, las cuales deberían representar una prioridad indiscutible.