El presidente y candidato Recep Tayyip Erdogan ganó las elecciones presidenciales en Turquía, un resultado con el que extenderá su mandato hasta el año 2028. "Nuestra nación nos ha confiado la responsabilidad de gobernar el país durante los próximos cinco años”, declaró Erdogan, a sus seguidores desde lo alto de un autobús en Estambul. Con el 98% de los votos computados, Erdogan logró 52.% de los votos, mientras que su rival, Kemal Kilicdaroglu, registró 47.9% de los sufragios. "Con base en resultados provisionales, se ha determinado que Recep Tayyip Erdogan fue elegido presidente”, declaró el presidente de la comisión electoral del país, Ahmet Yener. Los resultados confirmaron los pronósticos para esta segunda vuelta, en que el presidente saliente llegaba como favorito. Por primera vez en la historia, el país celebró una segunda vuelta. “Cada elección supone un renacimiento”, aseguró el líder islamoconservador, quien prometió que “cumpliremos todas las promesas hechas al pueblo”, ante una multitud que ondeaba banderas turcas. Esto, pese al deseo de cambio de una parte del electorado, la inflación galopante y las denuncias de las restricciones de las libertades en un país en que hay decenas de miles de opositores presos o exiliados. Incluso en las zonas arrasadas por el terremoto del 6 de febrero, los votantes entregaron masivamente su apoyo a Erdogan, que multiplicó sus promesas sobre la re- construcción. "Ganamos de tal manera que nadie perdió. La única vencedora es Turquía”, declaró el mandatario en su primera intervención tras la difusión de resultados. Erdogan, del Partido de la Justicia y el Desarrollo, gobierna el país desde 2003. Criticado durante la campaña por la inflación, que está poniendo en aprietos a los hogares turcos, contraatacó haciendo alarde de los drones de fabricación turca que se han convertido en el orgullo del país, así como las mezquitas, autopistas y aeropuertos construidos desde que llegó al poder en 2003. El candidato opositor, que preside el Partido Republicano del Pueblo, reconoció su derrota. "Estoy profundamente triste por las dificultades que le esperan al país”, declaró desde la sede de su partido en Ankara. Los presidentes Joe Biden, Volodímir Zelenski y Vladimir Putin felicitaron al mandatario por los resultados. La reelección de Erdogan, un 28 de mayo, exactamente diez años después del inicio del vasto movimiento de protesta Gezi, que reprimió brutalmente, es un símbolo de su dominio sobre Turquía. Con esto comienza su tercer y último mandato, según la Constitución. IMPULSA SU ROL A ESCALA GLOBAL

El presidente electo de Turquía y actual mandatario, Recep Tayyip Erdogan, se perfila para mantener su rol como mediador regional, así como su postura en la invasión de Rusia a Ucrania. Los comicios de ayer fueron observados de cerca tanto por las potencias occidentales como por los países de Oriente Medio debido a su papel geopolítico clave. La guerra lo puso en el centro del tablero diplomático gracias a sus esfuerzos de mediación. Sin embargo, los detractores lo acusan de una deriva autocrática, en particular tras el intento de golpe de Estado en su contra y la revisión constitucional de 2017, que amplió sus facultades. Pese a que se hizo construir un palacio de mil 100 habitaciones en una colina boscosa protegida de Ankara, Erdogan sigue presentándose como un hombre del pueblo frente a las élites. Aprendí sobre la vida en Kasimpasa, no en una torre de marfil”, dijo la semana pasada refiriéndose al barrio obrero de Estambul donde creció y soñó con ser futbolista, antes de meterse en la política. Con información de Excelsior.