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¿Por qué San Luis pierde competitividad?
00:02 martes 16 abril, 2024
ColaboradoresDe acuerdo con el Índice de Competitividad Urbana del IMCO, perdimos 3 lugares los dos últimos años.
El último reporte del año 2023 señala que nos ubicamos en el lugar numero once de las ciudades de más de un millón de habitantes, sin embargo, en 2021 ocupamos el lugar ocho, pero en 2020, a inicio de esta década teníamos el lugar seis. En cuatro años, la Zona Metropolitana de San Luis Potosí perdió 5 lugares y pasamos de competitividad alta a media, por debajo ahora de ciudades vecinas como Querétaro y Aguascalientes.
¿Por qué San Luis pierde competitividad? Primero, porque tal vez no se ha identificado que se trata de una una zona metropolitana, y los problemas se continúan tratando como una ciudad aislada, no contamos con un instituto metropolitano de planeación, tampoco una institución encargada de la movilidad; el organismo operador de agua es sumamente ineficiente y no existen acciones de coordinación intermunicipal; es decir, no contamos con una visión metropolitana de la gestión pública.
Segundo, es cierto que a principios de siglo teníamos una oportunidad, ser una ciudad de menos de un millón de habitantes en tránsito a una gran metrópoli, ideal para establecer una gestión metropolitana con acciones de impacto; sin embargo, estamos ya cerca del primer cuarto de siglo y las autoridades municipales aún no se coordinan para establecer una agenda metropolitana, no contamos con una visión de largo plazo que nos permita orientar el crecimiento urbano a partir de la inversión en infraestructura, suelo y agua. En otras palabras, la inversión pública en general se orienta atender los problemas urgentes, emergentes y no estratégicos aún, por lo que requerimos un programa de desarrollo metropolitano, o una agenda, que permita dar seguimiento y evaluar las acciones municipales.
Y tercero, los problemas están siendo más agudos, no se restringen a los límites municipales, ni temporales de cambio de administración, por lo que hace falta generar espacios sociales vinculatorios, es decir, que las instancias de participación de las personas en la acción pública, permita no sólo funcionar como consejos, sino como lugar donde se toman decisiones, se orientan los recursos y se evalúan en las agendas públicas.
En estas próximas elecciones locales, requerimos de líderes con visión metropolitana, personas que entiendan que la ciudad no termina dónde se ubica el límite municipal, y que no se requiere competir entre municipios, sino complementarse. Perfiles profesionales que entiendan las implicaciones y las dimensiones de los problemas, que ya no corresponden al San Luis de finales del siglo XX, sino que estamos en un siglo eminentemente urbano, en dónde la innovación, la competitividad y la movilidad urbanas, son determinantes para alcanzar calidad de vida, además de atender eficientemente los temas tradicionales como el agua, el medio ambiente y los servicios.
Las promesas y discursos de campaña ya no pueden versar sobre la atención de los problemas que todos conocemos, sino que deben incorporar nuevos elementos que no se han atendido, como el sistema de movilidad integral, el sistema de colectores pluviales y aprovechamiento del agua, la planeación metropolitana, las acciones locales de mitigación al cambio climático o la inserción de la ciudad en la agenda global; esos son los principales retos que enfrentamos como metrópoli.
A lo largo de los próximos años, la ciudad podría continuará creciendo a un ritmo de 4.5% anual, superando las 40 mil has, casi lo doble que teníamos en 2010. Lo que menos necesita la ciudad es continuidad, hacer las mismas cosas, pues obtendremos los mismos resultados, por tanto, serán determinantes las acciones que emprendan las nuevas autoridades para recuperar nuestra competitividad hacia la primera mitad del siglo; el San Luis que queremos en el 2050.